En el muelle Adossat

El Port de Barcelona adjudica a Royal Caribbean la terminal G de cruceros

La naviera estadounidense y otra compañía construirán y explotarán la última infraestructura crucerística, con una inversión de 85 millones

Nuevo paso del Port de Barcelona para avanzar en la electrificación de los muelles

Barcelona batió su récord de cruceristas en 2023 al crecer en invierno

Imagen de archivo del 'Oasis of the Seas', de Royal Caribbean, en el muelle Adossat.

Imagen de archivo del 'Oasis of the Seas', de Royal Caribbean, en el muelle Adossat.

Patricia Castán

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La adjudicación se ha postergado, pero finalmente será Royal Caribbean Group junto con Cruise Terminals International, CTI, quienes asuman la construcción y explotación de la futura terminal G de cruceros del muelle Adossat. El consejo de administración del Port de Barcelona ha dado luz verde este miércoles a que Catalonia Cruise Terminal G, SL (una 'joint venture' de las dos compañías) lleve adelante el proyecto, para el que no se habían presentado finalmente más candidatos. Cabe recordar que el puerto suspendió su primer intento de licitación hace un año, después de que tres navieras aspirantes (conjuntamente) presentasen recurso sobre el concurso ante el TSJC. El proceso se retomó hace unos meses y ahora ha llegado a su desenlace final.

La propuesta vencedora no ha tenido rivales, pero desde el Port destacan que "el proyecto ha obtenido una valoración excelente por parte de los técnicos encargados de la licitación". En este sentido han destacado su "apuesta por la sostenibilidad, tanto energética como ambiental", que incorpora una reserva de espacios para los sistemas OPS ('onshore power supply') que se están instalando en el muelle Adossat para permitir las conexión de los buques a la red eléctrica durante sus atraques. Este es uno de los grandes retos de la infraestructura de cara a eliminar las emisiones contaminantes producidas si los barcos utilizan motores para obtener la energía que precisan durante su estancia.

Según ha detallado el puerto, Catalonia Cruise Terminal G invertirá más de 85 millones de euros para que la nueva terminal esté en marcha en primavera de primavera de 2027. De ese modo, relevará al cierre de la terminal sur de World Trade Center previsto en 2026. Se mantendrá así el acuerdo suscrito con el ayuntamiento para limitar a siete las terminales, todas concentradas en el Adossat y más alejadas del centro urbano.

La futura terminal está marcada por la exigencia de la "máxima eficiencia energética", por lo que incluye "soluciones de energía renovable para minimizar el impacto en el entorno". Por ejemplo, electricidad generada mediante placas fotovoltaicas y otros mecanismo para lograr un balance de cero emisiones.

Incrementar la operativa como puerto base

Pero más allá de la infraestructura, la entrada en escena de una terminal propia para Royal Caribbean supondrá que la compañía puede multiplicar su operativa en Barcelona como puerto base, es decir, iniciando y acabando rutas, lo que aporta más impacto económico y valor añadido a la actividad. Este es uno de los objetivos estratégicos del Port, que quiere reducir la cuota de cruceros que solo visitan la capital catalana en escalas de unas horas.

En el proyecto se ha destacado "la configuración de una movilidad eficiente, confortable y sostenible para los pasajeros, tanto dentro de la terminal como en su conectividad con la ciudad, el aeropuerto y el tren". Fuentes portuarias destacan que los espacios de la terminal G garantizarán una "operativa fluida de los pasajeros", que se considera clave para ser puerto de embarque y desembarque. En esa línea, la naviera estadounidense que recientemente estrenó el mayor y más moderno crucero del mundo, garantiza su arraigo en Barcelona para rutas mediterráneas.