Movilidad sostenible

Aumenta la brecha de género entre los ciclistas de Barcelona por la inseguridad y la falta de infraestructura

El patinete, tras el veto en el transporte público, pierde presencia en las calles, mientras que la apuesta por el Bicing eléctrico se dispara

Movilidad y género en Barcelona: las mujeres arrasan en transporte público y los hombres van en coche

Barcelona ya destina más de la mitad de su espacio público al peatón

El coche ya supone menos del 20% del total de desplazamientos en Barcelona

Bicicletas y patinetes circulan por el carril bici de la calle de Pujades, el pasado enero

Bicicletas y patinetes circulan por el carril bici de la calle de Pujades, el pasado enero / FERRAN NADEU

Carlos Márquez Daniel

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Les contaba este diario hace un mes que las mujeres de Barcelona son el garante de la sostenibilidad y la calidad del aire en la ciudad. Ellas andan mucho más, cogen mucho más el transporte público y recurren mucho menos al vehículo privado. Pero aquella lluvia de cifras incluía un dato contradictorio: ¿por qué van menos en bicicleta que los hombres? No solo se animan menos a pedalear, sino que la brecha de género no deja de crecer, tal y como acaba de demostrar un estudio realizado por el Bicicleta Club de Catalunya (Bacc). Son solo el 32,57% del total de ciclistas, 3,3 puntos menos que en 2021.

Esta entidad lleva tres años analizando los mismos seis puntos de la red ciclable de la capital catalana. Lo primero que llama la atención es que su conteo da como resultado una caída del uso de los carriles bici elegidos. Se apostaron en Rambla Catalunya con Aragó, Gran Via con la Bordeta, Meridiana con Aragó y los cruces de Diagonal con avenida de Sarrià, paseo de Gràcia y entre Glòries y Castillejos. Se hicieron dos rondas durante un mes y medio, entre principios de septiembre y mediados de octubre de 2023. En total, fueron 12.650 pasos de bicis y vehículos de movilidad personal (VMP), básicamente patinetes eléctricos, lo que supone una caída del 2,58% respecto a los registros de 2022.

Cada vez más

¿Significa esto que en Barcelona hay menos bicis? De ninguna manera, puesto que los registros totales que facilita el ayuntamiento dejan claro que el medio no ha dejado de crecer desde 2007, cuando se inauguró el Bicing y la ciudad se puso en serio con el asunto de crear carriles bici. Entre 2022 y 2023, el aumento de viajes fue del 7,1%. Y si se compara con 2015, el incremento es del 160%. O sea, que cada vez hay más ciudadanos que apuestan por la movilidad activa. Lo que ha pasado con el estudio del Bacc se debe a razones circunstanciales, ya fueran las obras de Glòries o la Diagonal o la apertura de carriles cercanos que han repartido el tráfico a pedales.

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Una usuaria del Bicing, por las calles de Barcelona / Ricard Cugat

Hechas las aclaraciones, volvamos a la cuestión de mujeres y hombres. El autor del estudio, el ingeniero y experto en movilidad Oier Martínez, explica a este diario que el incremento de la brecha de género "es muy probable que tenga que ver con la sensación de seguridad". O inseguridad, de hecho: "Creo que refleja la ausencia de una infraestructura segura, pensada con perspectiva de género y con la visión 4-80". Es decir, tan apta para un niño que va a la escuela pedaleando como para una persona mayor que se anima a moverse en Bicing. "No es un tema -prosigue Martínez- de cantidad de kilómetros de carril bici, sino de la calidad de los mismos".

Calidad, no cantidad

Pone como ejemplo el carril bici de Diputació, instalado a principios de los años 90 después de que el gobierno de Pasqual Maragall, a pesar de haberlo anunciado, no se atreviera a pintar un vial ciclista en la calle de Aragó. El caso es que se bajó a Diputació, un corredor, asegura este experto, "sin la anchura mínima recomendable". Otro caso es el del corredor de Gran Via, de reciente creación tras bajarlo de la acera. Ponerlo en la calzada para evitar el conflicto con el peatón fue un acierto, el problema es que "muchos tramos se han quedado sin separador entre el ciclista y el tráfico motorizado".

También advierte sobre los carriles bidireccionales del Eixample que tanto despistan a todo el mundo: a los propios ciclistas, a los peatones que cruzan la calle y a los coches, autobuses y motos que ya no saben hacia dónde tienen que mirar. "Deberían ir desapareciendo conforme vaya creciendo la malla", receta este experto.

Otro de los datos que llama la atención del estudio del Bacc es el decrecimiento del número de patinetes observados. En 2022 eran el 32,14% y en 2023 fueron el 27,46%, casi cinco puntos porcentuales menos. Sin una explicación que sea absoluta, lo lógico es pensar que el veto a que los vehículos de movilidad personal entren en el transporte público, impuesto el 1 de febrero de 2023, ha tenido algo que ver en este descenso.

Puede que también haya influido el 'boom' del Bicing eléctrico. Los usuarios de la bici pública ya son uno de cada cuatro personas que pasan por los carriles ciclables, y el modelo asistido ya multiplica por cuatro al mecánico. Pero no solo eso: las eléctricas han pasado de ser el 8% en 2021 y el 14,32% en 2022 a copar el 19,78% de los avistamientos realizados por el Bacc, mientras que las no llevan batería han pasado del 10,4% (2021) y el 6,89% (2022) al 4,66% de 2023. Si se unifica todo lo que lleva batería, el 61% de todos los vehículos contabilizados por el Bicicleta Club de Catalunya en los seis puntos elegidos eran eléctricos, un claro indicativo de hacia dónde van los tiros de la movilidad sostenible y segura.