Movilidad sostenible

El coche ya supone menos del 20% del total de desplazamientos en Barcelona

El coche ha perdido en Barcelona la mitad de las plazas de aparcamiento en la calle en los últimos 20 años

Barcelona estrangula el espacio al coche con la movilidad metropolitana sin resolver

La movilidad en Barcelona tras la pandemia: más gente andando y en bici que nunca

Peatones cruzando la calle de Aragó ante la atenta mirada de los conductores, en junio de 2022

Peatones cruzando la calle de Aragó ante la atenta mirada de los conductores, en junio de 2022 / Ricard Cugat

Carlos Márquez Daniel

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Nunca antes en la historia moderna de Barcelona el porcentaje de gente que se mueve andando o en transporte público había sido tan grande. Y nunca antes, también en los tiempos contemporáneos, tan pocos ciudadanos, en proporción, habían apostado por el vehículo privado. El ayuntamiento ha hecho públicos este jueves los datos de 2023 relativos a lo que se conoce como cuota modal, es decir, el reparto del tipo de desplazamientos que realiza la población en función de su modo de transporte. La presentación en sí de las cifras ya es toda una noticia. Llamaba la atención que un consistorio que blandía semejante compromiso con la sostenibilidad no hubiera dado a conocer estas referencias desde 2017, último año de publicación del informe Datos Básicos de Movilidad.

El 80,1% usan metro, bus, tranvía, van a pie, en bicicleta o ruedan en patinete, y el 19,9% (primera vez que se baja del 20%) recurren al coche o a la moto particular. Pero ojo, que haya menos automóviles no significa que haya menos atascos, puesto que, siguiendo con las cifras de récord, ahora el turismo tiene menos espacio que nunca.

Los números se han presentado este jueves en la sesión plenaria del Pacto por la Movilidad, cónclave que se reúne de manera periódica y en el que están representados todos los actores de la circulación humana y motorizada (aparcamientos, operadores de transporte, empresas de 'sharing', entidades...; y el consistorio como árbitro, por supuesto).

Pero antes de entrar al detalle, hay que aclarar que el ayuntamiento ha realizado un cambio en el análisis de los registros que, a su modo de ver, "ofrece una imagen más real y fidedigna de la movilidad en la ciudad". No les engañaremos: ahora les son más beneficiosos. Básicamente, se da más valor a las validaciones reales del transporte público que a las encuestas que hasta el año pasado se usaban para ejecutar los cálculos. Una decisión, por cierto, que cuenta con el plácet de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM).

Menos matriculados

¿Significa esto que hay trampa en los datos? No, porque el propio consistorio ha tenido a bien aplicar el mismo varemo a los años anteriores y ofrecer los datos, lo que permite comparar y llegar a la conclusión de que, efectivamente, hay menor porcentaje de coches circulando que nunca (y también matriculados) y son más barceloneses que nunca los que, sumados, apuestan por la movilidad colectiva y sostenible. Las cifras de 2023, en el gráfico que sigue a continuación.

Estas cifras confirman los números que este diario ya les avanzaba en abril del año pasado, cuando se constataba una reducción global del tráfico de un 11% que escalaba hasta el 17% en el caso del Eixample en comparación con los registros de 2015. En la Ronda de Dalt, en cambio, el incremento era del 8%, lo que demostraría que las supermanzanas, las peatonalizaciones, el eje verde de Consell de Cent, las plataformas únicas, los carriles para bici y bus y los radares dentro del casco urbano han tenido un efecto llamada a la inversa: los coches que atravesaban Barcelona lo hacen por las arterias perimetrales y evitan el núcleo de la ciudad. Y los que conducían por dentro del núcleo urbano, o algunos de ellos, han empezado a ver que no sale a cuenta.

El porcentaje de uso del transporte público, sin embargo, está todavía lejos de los registros anteriores a la pandemia. Sobre todo respecto a 2017, cuando se llegó al 40,6% de cuota, seis puntos más que en 2023. Basta con comparar la columna de los que van a pie: se ha pasado del 34,5% al 42,1%. Sumado al lento pero incesante incremento de la bici y el patinete, parece demostrarse que el trasvase de medio de transporte suele producirse dentro del mismo compartimento de la movilidad sostenible. O lo que es lo mismo: es mucho más difícil, aunque ese es el verdader objetivo, que un conductor se pase a la movilidad colectiva o no morotizada. También habrán ayudado las bonificaciones a la T-usual y la T-jove que se aplican desde septiembre de 2022.

Todos estos registros serán la base para empezar a redactar el plan de movilidad urbana 2025-2030. Laia Bonet, teniente de alcalde de Urbanismo, no ha querido avanzar detalles este jueves, pero sí ha celebrado la escalada del transporte público y el "hecho histórico" de que el coche ya suponga menos del 20% del total de la movilidad.