Modelo de ciudad

Movilidad y género en Barcelona: las mujeres arrasan en transporte público y los hombres van en coche

Barcelona ya destina más de la mitad de su espacio público al peatón

El coche ya supone menos del 20% del total de desplazamientos en Barcelona

El coche ha perdido en Barcelona la mitad de las plazas de aparcamiento en la calle en los últimos 20 años

Un vagó del metro de Barcelona

Un vagó del metro de Barcelona / Archivo

Carlos Márquez Daniel

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Las mujeres de Barcelona son las principales responsables de que la ciudad tenga menos contaminación, menos congestión; más personas andando, y más ciudadanos apostando por el transporte público. La movilidad sostenible tiene un género clarísimo en la capital catalana: el femenino. Así lo demuestran los datos del ayuntamiento, que dicen, por ejemplo, que los hombres doblan la cuota modal de las mujeres en cuanto al uso del vehículo privado. El único aspecto positivo en el que ellos ganan es, por ahora, el uso de la bici y el patinete.

Cuando se habla de urbanismo con mirada feminista, amén del deseo de que las calles sean seguras, se está haciendo un ejercicio de justicia social. Porque en los desplazamientos diarios, el porcentaje de mujeres que van a pie (45,5%) es muy superior al de los hombres (39,8%). Ellas andan más. También para ir a coger el bus, el tranvía; para bajar al metro, porque el 39,5% de ellas usa el transporte público por solo un 28,5% de ellos.

La diferencia más abismal va a bordo de un coche y sobre una moto. El 29% de los hombres se desplaza habitualmente en su vehículo particular, un porcentaje casi irrisorio en el caso de las mujeres, un 13%. Así se entiende que, por primera vez, e insistimos, gracias a las mujeres, el porcentaje global de circulación privada haya bajado del 20%. Si Barcelona fuera La Bella, el pueblo poblado solo por mujeres en la serie de Netflix 'Godless', otro gallo cantaría en cuanto a crisis climática, financiación del transporte público y vida social en el espacio que es de todos, además de muchas otras cosas. Pero Barcelona no es La Belle.

La bici no convence

Tampoco en ese pueblo del viejo oeste americano había bicicletas. Ni patinetes eléctricos, claro. La ciudad sigue creciendo en su apuesta por los carriles bici, pero el crecimiento del medio no termina de despegar.

Quizás porque Barcelona es una urbe de distancias cortas, una metrópolis que ya ejercía eso de 'la ciudad de los 15 minutos' mucho antes de que lo patentara el francocolombiano Carlos Moreno. O quizás sea porque tenemos una red de metro muy efectiva, y una de bus que, aunque lenta, también tiene un diseño muy racional.

Un grupo de escolares cruza la calle de Aragó, en presencia de motos y coches

Un grupo de escolares cruza la calle de Aragó, en presencia de motos y coches / Ricard Cugat

El caso es que en los desplazamientos masculinos, un 5,7% del total ya se hacen en bici o en un vehículo de movilidad personal (VMP), mientras que en el caso de las mujeres esa caja la ocupan solo el 2%. La falta de confianza, fruto de la sensación de inseguridad, es sin lugar a dudas la razón por la que la cosa no se dispara. A pesar de ser porcentajes bajos, sin embargo, el crecimiento es indiscutible, pues los números se han más que doblado desde 2015.

En resumidas cuentas, y en este caso apelando a la Enquesta de Mobilitat en Dia Feiner, documento que se realiza desde 2004, las mujeres se desplazan más para ir al médico, visitar a amigos o familiares, hacer compras y cuidar de otras personas. Mientras que los hombres se mueven más para realizar gestiones y por ocio.