Ninguna adquisición desde junio

Los altos precios frenan la compra por tanteo de vivienda pública en Barcelona

El Ayuntamiento ha recibido 93 ofertas de bloques enteros en el último medio año, pero ha descartado comprar por ahora, mientras que la Generalitat ha adquirido ocho de 814 domicilios ofrecidos en la capital

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Una vivienda de un bloque de promoción pública construido en Barcelona.

Una vivienda de un bloque de promoción pública construido en Barcelona. / MANU MITRU

Jordi Ribalaygue

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Como si fuera uno más de la multitud de jóvenes faltos de sueldo suficiente para emanciparse en Barcelona, el gobierno del alcalde Jaume Collboni no halla pisos asequibles para adquirir en la ciudad y ampliar la dotación de vivienda pública. El ejecutivo del PSC admitió este martes que, en el medio año que lleva gobernando en solitario, no se ha procurado de ningún domicilio ni ningún bloque a través del derecho de tanteo y retracto, con el que dispone de preferencia para agenciarse los inmuebles. La teniente de alcalde de Urbanismo, Laia Bonet, achacó a los altos precios inmobiliarios que el parque municipal de domicilios no crezca mediante la compra.

“El sector de la vivienda se encuentra muy parado por el incremento de los costes del sector de la construcción y la subida de tipos que ha hecho disparar las hipotecas”, alegó la concejal socialista, interpelada por Barcelona en Comú en la comisión de urbanismo del Ayuntamiento. Bonet concretó que, desde que el PSC tomó el mando a mediados de junio de 2023, se han ofrecido 93 fincas plurifamiliares enteras al consistorio. “Se ha mostrado interés por 13 fincas, un 14% de las presentadas. Es un porcentaje similar al de 2022”, comparó. 

De los 13 inmuebles, los inspectores municipales examinaron siete por si eran susceptibles de quedarse con la propiedad, lo que acabó desestimándose. Bonet comentó que se descartó “por diversos motivos, básicamente económicos y técnicos”. “Al precio de compra hay que añadir el posible coste de rehabilitación. En muchos casos, esto acaba superando el precio máximo”, justificó. La teniente precisó que sí se recabaron estudios técnicos y económicos favorables para que el Ayuntamiento se convirtiera en titular de un edificio de viviendas en la calle Aragó, pero se desechó “por la abusividad de las cláusulas de ofrecimiento, que lo hacían inviable”.

Bonet añadió que la Generalitat ha recibido 814 ofertas para comprar pisos en Barcelona en el último medio año. La concejal desgranó que el Govern mostró interés en 41 domicilios por su precio, de los que ha adquirido ocho, todos asignados a l’Agència de l’Habitatge de Catalunya y ninguno al Instituto Municipal de la Vivienda de Barcelona. En cuanto al resto, 29 ofertas se desecharon “por no tener informe favorable” y cuatro “por otro motivos”, indicó la teniente.

Roce con los comunes

Los datos propiciaron que socialistas y comunes volvieran a enzarzarse comparando los resultados de la era en que compartieron gobierno bajo la batuta de Ada Colau y la etapa que Collboni ha iniciado sin socios por el momento. La discusión la protagonizaron de nuevo Bonet y su antecesora en urbanismo, Janet Sanz. Los desencuentros entre ambas son habituales mes tras mes en las comisiones municipales.  

La exteniente de los comunes se mostró escéptica con las razones que su sucesora expuso para explicar por qué no se han comprado aún domicilios en el mandato en curso. “Los precios de la vivienda por la especulación y los precios que implica la reforma posterior son similares a los que nos enfrentamos nosotros. No imposibilitaron que Barcelona adquiriera 1.600 viviendas, con 51 compras de edificios enteros”, blandió Sanz. La concejal culpó al PSC de carecer de estrategia en vivienda frente a los “fondos buitres y los ‘lobbies’ inmobiliarios” en el centro de la ciudad.

Bonet se revolvió ante los reproches. “Usted conoce la situación perfectamente, fue la responsable durante ocho años. Las dificultades de ahora son las de antes”, replicó a Sanz, a quien acusó de vertir “mentiras absolutas” por afirmar que Collboni quiere desmontar la reserva del 30% de vivienda social en las promociones construidas en la urbe. “Lo queremos hacer efectivo. El 30% de cero es cero. No nos lo podemos permitir”, respondió la socialista.

A su vez, Bonet subrayó que el gobierno municipal ha sellado un acuerdo para que la Generalitat edifique 637 domicilios en la capital. “Eso es trabajar por la vivienda con las herramientas que ustedes disponían”, contrapuso.