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Grupos de la oposición presionan para resucitar la veintena de puestos cerrados en la Boqueria

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Paradas cerradas en el acceso posterior a la Boqueria por la plaza de la Gardunya.

Paradas cerradas en el acceso posterior a la Boqueria por la plaza de la Gardunya. / Ángel García Martos

Patricia Castán

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Al menos dos partidos de la oposición (Junts y PP) en el Ayuntamiento de Barcelona instarán al gobierno municipal a permitir la reapertura de la veintena de puestos del mercado de la Boqueria que llevan varios años cerrados sin que el Instituto de Mercados se pronuncie sobre su destino. Ambos presentarán sendos ruegos en la comisión de Economía y Hacienda del próximo miércoles, apoyando así las reivindicaciones de la junta del histórico mercado a pie de Rambla, que reclama hace meses resucitar las paradas para que el mercado complemente su oferta con nuevas propuestas y para dinamizar algunas partes del recinto ahora apagadas por sus persianas bajadas.

Tal y como informó El Periódico, la junta del mercado que preside Jordi Mas ha solicitado tanto al anterior gobierno de Ada Colau, como al actual de Jaume Collboni que impulse la reapertura de puestos dada la demanda de operadores interesados en introducir productos ahora no cubiertos (desde alimentación vegana a helados artesanales). En principio, los comercios cerrados fueron amortizados por el ayuntamiento para reajustar la oferta y esponjar el recinto, pero están muy dispersos y es difícil reubicar a otros operadores para vaciar islas completa, argumenta Mas.

Además, los comerciantes creen que con las dos plazas ya creadas en mitad del mercado es suficiente para facilitar el paso y acoger eventos puntuales. Prefieren que lo que queda cerrado tenga uso comercial. Tras no llegar una respuesta por parte del Instituto, son los partidos de la oposición los que moverán ficha esta semana.

En el caso de Junts per Catalunya-Trias, la concejala Joana Ortega, presentará un ruego para que el gobierno municipal "active un plan de acción para la adjudicación de las paradas cerradas en la Boqueria", para que informe de qué gestiones se han realizado con los interesados en instalarse, y se aclare porque se está "tardando años en encontrar una solución".

Soluciones urgentes

Su petición se argumenta en base al papel económico y social de los mercados, su apuesta por la proximidad, la importancia estratégica del de la Boqueria, que el 10% de sus puestos estén cerrados "con el perjuicio que supone a los vendedores de al lado", a la ubicación de varios cierres en el acceso de la Gardunya (lo que desincentiva la entrada y desequilibra los flujos), la pérdida de unos 3.000 euros mensuales en cuotas de asociados para la asociación del mercado, la constancia de que hay comerciantes interesados en abrir en la Boqueria y la "voluntad de la junta de llevar a cabo un plan de promoción para el cliente local".

Una antigua pollería que lleva largo tiempo cerrada en la Boqueria.

Una antigua pollería que lleva largo tiempo cerrada en la Boqueria. / Ángel García Martos

Por parte del PP, su ruego será "agilizar el proceso de adjudicación de las paradas cerradas en la Boqueria, especialmente las situadas ante la plaza de la Gardunya, y diversificar los usos, con paradas de productos alimentarios tradicionales y más zonas de degustación, con nuevos servicios de acuerdo con los nuevos hábitos de consumo, sin perder de vista el modelo de mercados garante de producto de proximidad, de salud y de sostenibilidad". En plena consonancia con las reivindicaciones de la junta.

Parten de la reflexión de que hace cinco años el mercado tenía 225 puestos, frente a los 169 actuales, por distintas circunstancias. Los populares consideran que el recinto se ha de adaptar a la "nueva realidad sin perder la esencia", resume su presidente municipal, Daniel Sirera. Observan también una desproporcionalidad de la oferta, con escasez o ausencia de algunas especialidades, frente a la saturación de otras, como fruterías (47) que en muchos casos despachan zumos y productos preparados para el turista.

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