Poterna cerrada al público

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Imagen del interior de la escalera de la poterna por la que Companys bajó antes de ser fusilado.

Imagen del interior de la escalera de la poterna por la que Companys bajó antes de ser fusilado. / Ricard Cugat

Toni Sust

Toni Sust

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Cerrada al público, acumulando polvo y hojarasca, y sirviendo de hogar a no pocas lagartijas, una escalera permanece ajena a la gente que transita por el exterior y el interior del Castillo de Montjuïc. Aunque ya casi nadie la pisa, en su día tuvo su relevancia. Sirvió de antesala a uno de los momentos más trágicos de la historia política de Catalunya.

La escalera da acceso al foso de Santa Eulàlia. Está en una de las poternas del castillo, oberturas que permiten agilizar el acceso en momentos que lo demanden. Por ella hicieron bajar a Lluís Companys el 15 de octubre de 1940 cuando, de madrugada, fue fusilado.

Imagen de Companys en la parte alta del baluarte, sobre el foso.

Imagen de Companys en la parte alta del baluarte, sobre el foso. / Ricard Cugat

Hace dos semanas largas se cumplieron 83 años de aquello, que pese a permanecer después en la memoria colectiva, no alteró a una ciudad sometida a la rigidez del nuevo orden impuesto por el franquismo, ya que no se informó públicamente del fusilamiento.

56 peldaños

La escalera tiene su entrada superior junto al orejón del baluarte de Santa Amàlia. Forma parte de legado que dejó en la instalación el ingeniero militar Juan Martín Cermeño, que hizo derruir el antiguo fortín que allí había y diseñó nuevas fortificaciones. Las obras se iniciaron en 1753 y acabaron en 1779, cuando Cermeño llevaba ya tres años muerto. Hay por lo menos tres poternas y una es todavía menos accesible, la del baluarte de Velasco, ya que está tapiada: está en una zona que todavía depende del Ejército.

Salida inferior de la escalera por la que bajó el 'president', la poterna del baluarte de Santa Amàlia.

Salida inferior de la escalera por la que bajó el 'president', la poterna del baluarte de Santa Amàlia. / Ricard Cugat

La escalera de la poterna del baluarte de Santa Amàlia tiene 56 peldaños que Companys tuvo que bajar en un día nublado, como nublado estaba el cielo este jueves, cuando personal del castillo abrió la puerta para este diario. Hojas y lagartijas. Y en medio de las escaleras, una puerta, como de celda.

Tiro con arco

La poterna, el acceso al foso, es una puerta que da al césped. Un verde que está prohibido transitar con excepciones muy contadas, por una cuestión de seguridad: el terreno del foso de Santa Eulàlia está cedido a un club de tiro con arco y lo habitual es que haya arqueros ensayando con dianas. Pero la lluvia parece haber desanimado a los deportistas, y no hay flechas que amenacen a los paseantes ocasionales.

La poterna y el foso de Santa Eulàlia.

La poterna y el foso de Santa Eulàlia. / Ricard Cugat

Normalmente, la gente solo puede acceder a este terreno unas semanas en verano, cuando se proyectan películas al aire libre, y durante las fiestas de la Mercè, cuando se convierte en escenario para espectáculos de circo. También han podido hacerlo algunos visitantes del castillo que han participado en una actividad doble: la visita al castillo rematada con práctica de tiro al arco.

El punto del fusilamiento

Una placa recuerda a Companys en el otro extremo del foso de Santa Eulàlia, es decir, el punto al que se llega saliendo por la poterna y caminando por todo el terreno hasta la pared del foso más alejada del mar. Allí hay dos placas que recuerdan a Companys. Una de ERC, su partido, colocada en 1978, que reza: “A Lluís Companys i Jover y a todos los inmolados por las libertades de Catalunya”. La otra es del Govern, y data de 2005, cuando lo presidía Pasqual Maragall: “La Generalitat de Catalunya a la memoria del ‘president’ Lluís Companys en el 65º aniversario de su fusilamiento en este lugar”.

En primer plano, placa colocada por la Generalitat en 2005. Al fondo, una de ERC que data de 1978.

En primer plano, placa colocada por la Generalitat en 2005. Al fondo, una de ERC que data de 1978. / Ricard Cugat

Porque se da por hecho que Companys fue abatido en ese punto, aunque hay quien dice que pudo haber recibido las balas del pelotón en la pared cercana a la poterna. Los 56 escalones por los que pasó el ‘president màrtir’ antes de ser ejecutado no lo pueden atestiguar. Viven bajo llave, dando acogida a lagartijas y hojas muertas.

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