El acceso a la montaña

Una estación intermedia en Poble Sec y que llegue otra vez al castillo: lo que los barceloneses quieren del Funicular de Montjuïc

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El Castillo de Montuïc.

El Castillo de Montuïc. / Ricard Cugat

Toni Sust

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Un hombre recoge las flechas que acaba de clavar con su arco en una diana, en el foso de Santa Eulàlia del Castillo de Montjuïc. Es jueves por la tarde y mientras el arquero vuelve a tomarla con el objetivo, Manuel Marina, activista de la conservación del transporte público y miembro de la Coordinadora Pro Museu Transport de Barcelona, señala el punto en el que considera que debería estar el acceso a la estación superior del Funicular de Montjuïc si este vuelve a llegar, como solía, a lo alto de la montaña,

El camino hacia el Castillo de Montjuïc con el teleférico al fondo.

El camino hacia el Castillo de Montjuïc con el teleférico al fondo. / Ricard Cugat

Porque Marina, como muchos barceloneses, es partidario de que el funicular se prolongue de nuevo hasta el castillo desde la estación de Miramar, oficialmente conocida como Parc de Montjuïc), donde ahora concluye su ruta, que empieza en la parada de metro de Paral·lel. Subir ahora hasta el castillo es difícil. No se puede hacer en coche ni moto. El autobús 150 va repleto demasiado a menudo. A pie es un trecho de subida largo. Y en teleférico, orientado al turismo, es económicamente prohibitivo.

El teleférico que lleva a la antigua instalación militar ganó 9,3 millones en 2022 y alcanzó su ´record de viajeros en agosto pasado

La prolongación no es la única reclamación ciudadana: los vecinos quieren una estación intermedia del funicular en la confluencia entre Nou de la Rambla y el paseo de la Exposició, y reclaman poder subir al teleférico sin tener que pagar el elevado precio que abonan los turistas. Por otra parte, no parece el servicio más idóneo para el que quiera subir con frecuencia a la zona a caminar, correr o pasar el rato. Este diario se subió al teleférico el jueves en un viaje de ida y vuelta para dos personas: 30 euros y un buen rato. Vistas muy bonitas, pero nada que un barcelonés vaya a hacer por sistema.

Depósito de agua

Marina habla a unas decenas de metros del punto en el que Lluís Companys fue fusilado el 15 de octubre de 1940 por orden de Franco. El próximo fin de semana se cumplirán 83 años. Hay quien dice que en realidad fue tiroteado en otro punto del foso, pero en todo caso, una placa fija el lugar consensuado.

Más o menos a la altura del punto en el que murió Companys, a unas decenas de metros hacia la ciudad, hay un depósito de agua que abastece a la montaña, por lo que la nueva estación, que estaría soterrada, tendría que estar, puntualiza Marina, o bien a un lado de la instalación, en el más cercano al estadio que lleva el nombre del que fuera presidente de la Generalitat, o al otro, entre el depósito y la estación del teleférico.

Dinamitar la estación

El funicular, inaugurado en 1928 en su tramo inicial, el actual, y en 1929 hasta el superior, llegó al castillo hasta los años 80 del año pasado. Tras una reforma, el segundo recorrido quedó suprimido.

Cuando llegaba al castillo, la estación superior no estaba donde Marina ubicaría la nueva: el Ejército tiene sus susceptibilidades, y obligó a construirla unas decenas de metros más abajo, para dificultar un ataque. También se obligó a dejar un espacio bajo la estación para poder dinamitarla fácilmente en caso de que se considerara necesario.

La montaña 'pobre' de la ciudad

El espacio donde estaba es ahora un parterre en el que se aprecia el camino de tierra por donde subía el funicular. Se ven restos del suelo del andén. Marina se coloca en el punto en el que recuerda que se situó para una foto, en la inauguración de una reforma; José María de Porcioles, el alcalde más longevo de la ciudad (16 años el cargo, de 1957 a 1973), emblema del franquismo en Barcelona

Pero de todo esto hace mucho tiempo y el debate ya no es sobre el enemigo exterior sino sobre cómo los barceloneses pueden subir fácilmente a Montjuïc en general y al castillo en particular. Hace años que el ayuntamiento ha defendido la apuesta que la ciudadanía regrese a una montaña que la capital catalana ha relegado un tanto en las últimas décadas, mientras el Tibidabo se ha mantenido mucho más presente en todos los sentidos: ha sido el hermano más querido por Barcelona en lo que a montañas se refiere.

El Barça y el reencuentro

Hace años que la apuesta es clara, y lo atestigua el volumen de actividades, entre ellas las culturales comprendidas en el ‘Viu Montuïc’ que se celebra este mismo fin de semana. También el traslado temporal del Barça a la montaña ha contribuido a que muchos barceloneses vuelvan al espacio después de mucho tiempo sin hacerlo.

Sergi Gàzquez, presidente de la Asociación de Vecinos del Poble Sec, defiende en primer lugar la apertura de la estación intermedia, en Nou de la Rambla con Exposició, como una medida asequible, que daría servicio a muchos vecinos sin resultar excesivamente cara ni compleja. A lo sumo aumentaría en unos dos minutos, dice, la duración del recorrido actual. “Hay una pequeña explanada con una salida de emergencia en la que se podría hacer un andén y una marquesina y tendríamos nueva parada”.

Gàzquez recuerda que ese aspecto, así como lo prolongación del funicular hasta el castillo, están contemplados en el Plan de actuación del parque de Montjuïc, documento que recoge el debate entre ayuntamiento, vecinos y entidades sobre el futuro de la montaña, con un periodo que va de 2019 a 2029, cuando se cumplirá un siglo de la Exposición Universal.

El acceso al castillo.

El acceso al castillo. / Ricard Cugat

La inversión

Tanto el concejal de Sants-Montjuïc en el mandato anterior, Marc Serra, de Barcelona en Comú, como la actual, Raquel Gil, del PSC, subrayan que el plan de prolongar el funicular es positivo, y son especialmente favorables a la estación intermedia, que ambos juzgan económicamente poco complicada.

En cuanto a la ampliación hasta el castillo, una inversión que correspondería a la Generalitat, Serra admite que sería más caro, pero subraya que no costaría tanto como alargar la L2 por la montaña, como propone el PSC. Como no hay calendario, indica que si el proceso se inicia este mandato las obras podrían hacerse en el siguiente, 2027-2031.

Teléferico: 9,3 millones en 2022

Gil, por su parte, explica que Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), responsable del funicular y del Teleférico, no ha cuantificado por ahora cuánto costaría devolver el ‘funi’ al castillo, pero asegura que se trata de un presupuesto muy elevado. Un presupuesto que el activista Marina propone sufragar con lo que la empresa de transporte ingresa por el teleférico, que en agosto pasado llegó a su récord histórico de validaciones en un mes: 259.000 viajes. El teleférico supuso en 2022 ingresos por valor de 9,3 millones de euros.

Entretanto, Marina envía vídeos del entorno del castillo del viernes por la mañana, con gente haciendo deporte y paseando a sus perros: “La cantidad de gente que hay, un día de cada día. Todos estos subirían con el funicular”.

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