Sustituidos por otros árboles

Barcelona prevé talar más de 14.000 plátanos para cumplir con su límite 'antiplagas'

FENÓMENO | Un estriptís de corteza sin precedentes aqueja a los plátanos de Barcelona

REIVINDICACIÓN | Los árboles emergen como reivindicación vecinal en Barcelona

CAMBIOS | Los árboles ‘antisequía’ que Barcelona planta para afrontar el cambio climático

Plátanos en la avenida Diagonal, en Barcelona.

Plátanos en la avenida Diagonal, en Barcelona. / LAURA GUERRERO

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Aunque su dominio decae, el plátano sigue portando la corona en el reino vegetal de Barcelona. Es el árbol que continúa imperando en las calles de la ciudad, flanqueadas con 42.148 plátanos hasta junio pasado. Eran 2.098 ejemplares menos que a mediados de 2018, según los inventarios municipales. Pese al retroceso, nadie le compite el trono: el almez le sigue de lejos, con 20.852 ejemplares registrados hace tres meses; son 208 más que cinco años atrás, pero todavía menos de la mitad que los que la especie hegemónica atesora. 

En todo caso, el Ayuntamiento no prevé en ningún caso repoblar la urbe con plátanos. Tampoco planifica que la variedad predominante recupere el terreno cedido, sino todo lo contrario: el Instituto de Parques y Jardines de Barcelona estima que la ciudad debe desprenderse de más de 14.000 plátanos para cumplir los objetivos del plan de arbolado vigente en la capital y reemplazarlos por otras especies.  

Introducido a mediados del siglo XIX en La Rambla, el plátano es la única clase de árbol que supera la pauta a la que el Ayuntamiento quiere ceñirse de aquí a 2037, a saber: que ninguna variedad acapare más del 15% de los ejemplares plantados dentro de la ciudad. “Es para evitar un monocultivo de una especie determinada”, explica el jefe del área de gestión del arbolado de Barcelona, Joan Guitart. Añade que la falta de heterogeneidad es “muy negativa” por diferentes motivos. Resalta que “no es recomendable" en caso de que se expanda una plaga

En ese sentido, cultivar la biodiversidad es una suerte de cortafuegos para limitar el número de bajas en la masa arbórea de la capital de propagarse un insecto que se cebe con una especie, como ocurre con el escarabajo Tomicus, que se ceba con los pinos. Pese a que la proporción se ha contraído, los plátanos aún sobrepasan el umbral que el consistorio se marca. 

“Alrededor del 22% de los árboles en la trama urbana eran plátanos en mayo de 2022. En 2010, eran el 30%”, distingue Guitart. Durante el reciente congreso de la Asociación Española de Arboricultura en Barcelona, el responsable reveló que, en base a un recuento de 2022, a la ciudad le sobran 14.379 ejemplares de la variedad mayoritaria, de acuerdo a las directrices que el consistorio se ha impuesto para que un tipo de árbol no prevalezca con holgura sobre los demás. 

Plátanos en la calle Llull, en Barcelona.

Plátanos en la calle Llull, en Barcelona. / ÁLVARO MONGE

“No sobran nunca árboles en Barcelona, sino que faltan. Ahora bien, nos es necesario diversificar especies”, postula Guitart en declaraciones a EL PERIÓDICO. El jefe de Parques y Jardines subraya que los plátanos de los que Barcelona se despoje serán “sustituidos por otras especies en los próximos años”. “Poco a poco vamos disminuyendo la población de plátanos e incrementamos las demás”, sostiene.

Un plazo de 14 años

Pero, ¿con qué margen cuenta Barcelona para rebajar las cifras de la clase más común de árbol? El plan de arbolado -en vigor desde 2017- señala 2037 como término para alcanzar los retos que fija, incluida la tasa del 15%. Así pues, al gobierno municipal le quedan 14 años por delante para atenerse al propósito. La media es sencilla de extraer: Barcelona tendría que cortar y relevar 1.000 plátanos por año hasta 2037 para amoldarse a la hoja de ruta.  

No obstante, Guitart evita poner plazos a la sustitución de ejemplares. “No está planificado ni se talan de forma sistemática”, matiza el directivo de Parques y Jardines. A su vez, apostilla que los plátanos “no se retirarán porque sí”. “Cuando se mueran o se hayan de talar por una causa determinada, el nuevo árbol que se plantará será de otra especie”, estipula.

Parques y Jardines no tiene programado una limpia masiva para erradicar todos los ejemplares de una tacada en vías de la ciudad. Las retiradas proyectadas son de “unidades individuales en diferentes calles” y en base a “un criterio técnico”, esgrime Guitart. Los supuestos son “si desarrollan una enfermedad, si han recibido un golpe, si hay una obra que requiere retirar arbolado, si mueren…”, enumera el directivo municipal. El Ayuntamiento no contempla prescindir de los plátanos en vías emblemáticas donde es la vegetación característica, como el paseo de Gràcia y la Rambla.

Los sustitutos

Parques y Jardines ya ha suplido plátanos por otra clase de árboles en los últimos años, con lo que cuenta con una selección de especies para el reemplazo. “Depende de la calle, pero mayoritariamente se sustituyen por sóforas, melias, jacarandas, ‘ginkgos’, perales y magnolias”, menciona Guitart. Una de las circunstancias que puede contribuir a acelerar el relevo son las obras que afecten a arbolado. 

La sequía, responsable de la muerte de medio millar de árboles este año en Barcelona, impone límites también a los cambios en la vegetación de la urbe. El responsable de Parques y Jardines recuerda que, con el decreto vigente de restricciones, “la plantación de arbolado ha quedado parada temporalmente”. Por la misma razón, la capital ha pospuesto que distintas especies de palmeras reocupen los alcorques que han quedado vacíos al arrancarse 540 datileras, similares a la que mató a una joven al derrumbarse en agosto.

Suscríbete para seguir leyendo