Artífices de la fiesta mayor (II)

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Trias

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Meritxell M. Pauné

Meritxell M. Pauné

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Los exalcaldes de Barcelona guían a los lectores de El Periódico por el amplio programa de la Mercè 2023. Tras las propuestas de Jordi Hereu (PSC), le llega el turno a Xavier Trias (Junts), que lideró la capital catalana de 2011 a 2015.

Él apuesta por tres actos que son grandes clásicos de las fiestas y que tienen siempre mucho tirón de afluencia. Spoiler: igual que a su predecesor, también le encanta la cultura popular y añora un acto multitudinario que dejó que celebrarse en la ciudad en 2014.

Xavier Trias presentando el cartel de la Mercè 2011

Xavier Trias presentando el cartel de la Mercè 2011 / Ricard Cugat

¿Qué actos no se perdería Xavier Trias?

“No me perdería nunca el Toc d’inici y el pregón del viernes”, responde enseguida Trias, al preguntarle por sus actos imprescindibles de la fiesta mayor barcelonesa. Lo tiene clarísimo. “Depende del personaje, pero muchas veces el pregón marca una filosofía y una forma de ver la ciudad”, valora. El Toc, es decir, la actuación de las distintas collas de cultura popular de la ciudad a las 19h en plaza Sant Jaume, le tiene el corazón robado: “El baile de la Àliga de la Ciudad es muy emotivo, tiene una solemnidad… La plaza se llena, la gente lo disfruta mucho… y quien no lo conocía, al verlo se entusiasma”.

Su segunda recomendación viene con condición previa: “Si te gustan los petardos, el Correfoc de la Mercè es muy espectacular”. Data de 1979 y este año vuelve a celebrarse en el paseo de Gràcia por las obras en Via Laietana. El ‘show’ tiene varios elementos curiosos, entre los que Trias destaca la Porta de l’Infern, una estructura escenográfica que se construye para la ocasión. Arde simbólicamente con un gran despliegue de pirotecnia y a continuación salen de ella diables, dragones y todo el bestiario festivo para empezar la actuación principal.

Cierra la terna de apuestas seguras con el Piromusical. El secreto de su éxito, apunta, es la calidad: “Gusta mucho porque normalmente la propuesta visual y musical es muy potente”. “En mi mandato intentábamos que una parte del repertorio fuese conocido y que el público pudiera disfrutarlo más al reconocer gran parte de las melodías”, rememora.

Una infancia sin Mercès

La Mercè es una experiencia más bien contemporánea para Trias: “La he vivido de adulto”. “De pequeño no me llevaban a la Mercè, en mi casa no había costumbre de acudir a esta fiesta; y de joven para mi casi no existía, no me sentía involucrado”, confiesa. Y es que la Mercè durante el franquismo no se parecía en nada al festival actual: “Las fiestas de Gràcia y de Sants siempre han sido una atracción, pero la Mercè se popularizó con la llegada de la democracia”.

Así, su recuerdo más entrañable de la fiesta mayor de Barcelona es de 2011, ya como alcalde: el pregón del periodista Joaquim Maria Puyal. “Fue uno de los más bonitos que se han hecho en Barcelona”, sentencia. “Se lo preparó muchísimo, se había cronometrado y la lectura iba coordinada con imágenes”, enfatiza.

Joaquim Maria Puyal junto a Xavier Trias después del pregón de la Mercè 2011

Joaquim Maria Puyal junto a Xavier Trias después del pregón de la Mercè 2011 / Julio Carbó

¿Qué echa de menos?

Por el contrario, Trias echa en falta los mappings que impulsó en su época, que no han tenido mucha continuidad en la fiesta mayor: “Hicimos uno extraordinario en la fachada del Ayuntamiento, en plaza Sant Jaume, y fue un éxito total y absoluto el que hicimos en la Sagrada Familia por la Mercè 2012 junto a Montreal, que era la ciudad invitada”. “Incluso demasiado éxito, porque entraba mucha gente a la plaza y se quedaban parados mirando la fachada de la Natividad, si nos descuidamos hubiera podido haber un accidente”, razona.

Coincide con Jordi Hereu en la añoranza de la Festa del Cel y del parque de la Ciutadella como escenario de artes callejeras. El festival aéreo, lamenta, “se dejó de hacer pero era un éxito de público”. Aunque hubo quién se oponía por la participación del Ejército, Trias asegura que no fue ésta la causa de la suspensión: “Planteaba dificultades al aeropuerto del Prat, que nos ponía problemas para las entradas y salidas de los aviones”.  

En cambio, no ve razones para el trasladado de las actuaciones de la Ciutadella a la Estació del Nord: “No entiendo mucho el por qué, es un sitio que se prestaba porque es muy grande y generaba poca molestia a vecinos porque no hay muchas viviendas cerca”, sintetiza. Eso sí, reconoce que “tiene un uso intensivo y se tiene que cuidar más”, por ejemplo con más jardineros y riego con agua freática durante la sequía, “que no es pecado y está permitido”.

Además de estas dos ausencias, a Trias le ‘sobra’ un escenario de este 2023: la ‘superilla’ de Consell de Cent. “Es una calle normalmente tranquila a la que yo no habría aconsejado llevar la fiesta mayor, es generar ‘merder’ en un sitio que ahora necesita calma” tras las obras y la sentencia, considera. Para que la gente “se haga suya” la pacificación preferiría que inicialmente acogiera actos dirigidos solo a los vecinos: “Si organizas una actividad de ciudad, como la Mercè, viene una invasión de gente”, pronostica.

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