Recurso de Barcelona Oberta

Una jueza ordena desmantelar el eje verde de Consell de Cent de Barcelona

El gobierno de Collboni recurrirá la sentencia y promete un urbanismo "con diálogo y sin confrontación"

Foment y Barcelona Oberta ven el mismo patrón en Via Laietana

El Eixample del siglo XXI convierte el coche en un "invitado"

Consell de Cent y Pelai, las dos caras del urbanismo táctico en Barcelona

consell de cent

consell de cent / Jordi Cotrina

Carlos Márquez Daniel

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Durísima sentencia contra el eje verde de Consell de Cent, una reforma que está a punto de terminarse y que según una magistrada del juzgado contencioso-administrativo número 5 de Barcelona, deberá revertirse y que la calle vuelva a su estado anterior. La jueza, en el fallo judicial al que ha tenido acceso este diario, da la razón a Barcelona Oberta, lobi del sector comercial turístico que presentó un recurso contra la aprobación de esta transformación urbanística en la comisión de gobierno celebrada el 26 de mayo de 2022, al considerar, entre otras cosas, que se realizaba "una modificación encubierta del plan general metropolitano, en la medida en que convierte un vial en un espacio libre".

La nueva plaza ganada en Consell de Cent con Enric Granados.

La nueva plaza ganada en Consell de Cent con Enric Granados / El Periódico

La sentencia es un duro golpe para el consistorio, no tanto porque eche por tierra uno de los proyectos urbanísticos más importantes del último mandato, sino porque, textualmente, insta al ayuntamiento a dar marcha atrás, al condenar a la Administración a "retornar las actuaciones en el estado en el que se encontraban con anterioridad a su actuación". Es decir, que Consell de Cent, concretamente el tramo entre Casanova y Bruc y la nueva plaza generada en el cruce con Enric Granados, que son las partes objeto de la demanda, debe ser de nuevo una calle como cualquier otra del Eixample, con su calzada para coches y carril bici y sus aceras de casi cinco metros en los costados.

Criterio medioambiental

La sentencia no entra en los objetivos del proyecto Superilla Barcelona, esto es, crearcalles con la prioridad invertida, de manera que los peatones y los ciclistas pasen por delante de los vehículos privados a través de un urbanismo que incrementa las zonas verdes, elimina a calzada y restringe el paso de los coches. "Esta necesidad -reza el fallo, en referencia al viaje hacia una movilidad más sostenible- viene dada por muchas razones ligadas, en su mayor parte, a las exigencias impuestas por la normativa en materia de medio ambiente". La de aquí y la de Europa, puesto que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) condenó en diciembre de 2022 a España por el incumplimiento sistemático de Barcelona y Madrid de la directiva europea sobre calidad del aire durante al menos ocho años.

Consell de Cent, esquina Girona, con una escena inédita e imposible hasta hace bien poco.

Consell de Cent, esquina Girona, con una escena inédita e imposible hasta hace bien poco. / El Periódico

La sentencia, sin embargo, considera que el marco de planificación que establece el PGM pasa por delante de cualquier otra consideración. Y en ese 'vademecum' urbanístico queda caro que Consell de Cent forma parte de la red viaria local, con lo que según el artículo 196.3, "debe dar acceso a las edificaciones y enlazar con las vías básicas", cosa que ya no es posible porque la via ya no puede recorrerse en vehículo de manera lineal. "La función principal -reza la jueza- que se atribuye a estas vías es de imposible cumplimiento con las obras que se realizan en las calles afectadas, ya que el mismo proyecto limita el tráfico de vehículos, extremo que evita que se haga realidad el enlace con las vías básicas ya que solo se permite el acceso a los vehículos que tienen origen y destino en la citada calle, y no el paso, puesto que los expulsa del mismo".

Las plazas, tampoco

El consistorio alegó que no era necesario alterar el PGM, puesto que, a su modo de ver, no se modifica el régimen jurídico del suel ni la funcionalidad de la calle". "Manifestación totalmente errónea -afirma la magistrada- ya que pasamos de una calle que cumplía la función que le venía atribuida, de red viaria local, a una calle pensada principalmente para los peatones". La magistrada, de hecho, da la la razón a la parte demandante al afirmar que el instrumento usado "es erróneo". "Por la trascendencia de las obras y la magnitud de los cambios, se pone de manifiesto la necesidad de un orden urbano superior".

El veredicto afecta tanto a la calle como a las plazas de nueva creación. La sentencia reza que en estos puntos se ha eliminado "la función que los cruces tienen atorgada en todo vial, variando su calificación urbanística, como red viaria (clave 5), transformándolos en plazas que de acuerdo con el artículos 202.3 del PGM pertenecen al sistema de espacios libres". Pero la jueza no solo se agarra al PGM para tumbar la Superilla Barcelona. También advierte de que el proyecto carece de la perceptiva memoria socio-económica y ambiental y censura e fraccionamiento de la obra en hasta 20 trabajos distintos.

La decisión de la jueza genera una jurisprudencia inquietante de cara a futuras reformas en la ciudad. Tanto las que vengan en el futuro como las que están ahora en marcha. Dos ejemplos: Via Laietana y Pi i Margall, que también forman parte de la red viaria que da acceso a la malla básica, también tienen en marcha transformaciones que coartan la libertad de movimiento del vehículo privado. Con la sentencia hecha pública este jueves, podría aplicar el mismo argumento de que se ha atentado contra los designios del plan general metropolitano.

En Pi i Margall, de hecho, se está colocando un firmamento similar al de Consell de Cent. La arteria pasará de seis viales (cuatro de circulación y dos para aparcamiento y servicios) a tan solo dos: uno de subida (al que se le sumará un carril bici que se verá invadido por el bus en las paradas, como sucederá también en Via Laietana) y uno de bajada. Por ahí circulará el transporte público y lo que el consistorio define sutilmente como "tráfico local", esto es, paso abierto a vecinos y servicios. En Via Laietana, una vez esté terminada la reforma en 2025, los coches ya no podrán circular en sentido ascendente.