La fuente viajera con un símbolo único de la independencia de Sants

Barcelona tiene una larga lista de monumentos viajeros. Construcciones que, en su día, fueron cambiadas de ubicación, por diversos motivos. Es el caso de la fuente del Niño, que actualmente preside los jardines de Can Mantega. Se trata, además, de la única estatua que conserva un escudo del antiguo pueblo de Sants, agregado a la capital en 1897.

La fuente debe su nombre a la figura que la corona, un querubín de mármol que sostiene unos cántaros. En el barrio tradicionalmente se la conocía como El Ninyu, se dice que por influencia de los inmigrantes del sur de España, llegados a principios del siglo pasado. 

La escultura, obra de Agapit Vallmitjana, se levanta sobre una columna adornada con cuatro escudos. Tres de ellos son fácilmente reconocibles: el de Catalunya, con las cuatro barras; el de Castilla, cuartelado, con dos castillos y dos leones; y el de Barcelona. El cuarto emblema, más difícil de identificar, representa la imagen de la virgen, elevada por encima de las nubes. Se trata, en realidad, del antiguo sello parroquial de Santa Maria de Sants que, a falta de escudo oficial, fue también adoptado por la administración municipal santsense.

Debajo del escudo de piedra, se conserva una placa de mármol muy deteriorada -en su día hubo tres más-, donde apenas se intuye el nombre de Don José Escuder, alcalde de Sants cuando se inauguró la fuente. No fue este su emplazamiento original, sinó la plaza d’Osca, por entonces sede del mercado. Formaba parte de una red de fuentes públicas impulsada por el ayuntamiento de Sants, que otorgó la concesión a la Compañía de Aguas Potables de Sans [sic], una empresa que explotaba las aguas subterráneas del Llobregat. En mayo de 1880 se bendijeron tres surtidores. Uno en la calle Sagunt esquina con Jocs Florals, otro en la plaza de la iglesia y el tercero, ya referido, en la plaza del mercado.

En 1913, cuando el mercado se trasladó al actual edificio modernista, la fuente fue desmontada y recolocada en la antigua plaza de la Vila -oficialmente, de la Constitución-, delante del antiguo ayuntamiento de Sants. Esta plaza, hoy desaparecida, estaba ubicada en el actual cruce de la calle de Sants con la rambla de Brasil. Tras la anexión a Barcelona, fue bautizada en honor a Víctor Balaguer, un nombre que nunca cuajó. La mayoría siempre la conoció como la plaza del Ninyu, por la escultura de la fuente.

El espacio fue arrasado en 1969 para abrir el primer cinturón de ronda. La fuente viajó de nuevo, esta vez a un almacén municipal. De allí fue rescatada, unos años más tarde, para adornar los jardines de Can Mantega, donde luce actualmente. 

Que se sepa, este es el único lugar de la vía pública donde puede contemplarse un escudo de Sants de los tiempos de la independencia municipal. Hay una réplica del emblema, pero más moderna, en la fachada de la sede del distrito de Sants-Montjuïc, en la calle de la Creu Coberta. Aunque es una confusión habitual, este edificio, conocido popularmente como la Alcaldía, nunca albergó el antiguo ayuntamiento de Sants. En realidad fue construido a principios del siglo pasado como sede de la tenencia de alcaldía de Hostafrancs.

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