Un año para saber si Colau seguirá como alcaldesa

Discurría el pleno municipal de Barcelona como suele, denso y lento, como debe de ser la vida en el corredor de la muerte, cuando Ernest Maragall se ha la levantado de uno de los incómodos escaños de madera del salón Carles Pi i Sunyer. El republicano se ha dirigido a uno de los despachos de su grupo para votar en las primarias de ERC para elegir al candidato del partido a las elecciones municipales del año que viene. Que resulta ser él.

Es el único aspirante a alcaldable en su partido. Lógicamente, se ha votado a sí mismo. Será proclamado oficialmente como candidato este sábado, 24 horas después del pleno lento y denso, y cuando faltará un año exacto para las municipales, previstas para el 28 de mayo de 2023. La pregunta principal que se hace gran parte de la ciudadanía, unos porque quieren que no pase y otros porque lo desean, es la siguiente: ¿seguirá Ada Colau como alcaldesa de Barcelona?

Los candidatos

Colau fue la primera alcaldable que confirmó que se presentará en 2023, la semana pasada. Le falta superar el trámite de las primarias de Barcelona en Comú, pero no se prevén sorpresas. La segunda persona en dar el paso ha sido Eva Parera, de Valents, que este jueves proclamó su candidatura y anunció que falta un año para que la ciudad sea “liberada”. Una expresión fácilmente asociable a contextos bélicos.

La jefa de filas de Ciutadans, Luz Guilarte, también debe someterse a primarias, que el partido celebra de forma conjunta en toda España. En 2019, el partido de Inés Arrimadas las celebró cuatro meses antes de las municipales. Guilarte tiene el apoyo de la dirección y es en principio la candidata previsible.

Valents no celebra primarias

En todo caso, el pasado ha demostrado que pasar o no primarias no garantiza ser candidato. Lo comprobaron en su día Alfred Bosch, por ERC, y Neus Munté, hoy presidenta del grupo de Junts, en su día alcaldable oficial, aunque por un tiempo, del PDECat. Ambos ganaron las primarias y ambos vieron cómo la vida les arrebataba lo que la votación interna les había dado.

En este punto, Valents tiene clara su línea. El partido de Parera, heredero de la vía abierta por Manuel Valls en la defensa del constitucionalismo (aquel 'Erasmus' del exprimer ministro en Barcelona) no celebrará primarias. La ejecutiva nombró a la concejala candidata el jueves y en algún momento la militancia votará sobre esa decisión. Sin más rivales.

El espacio de Junts, que es el que se presentó en 2019, dejando atrás las siglas del PDECat y a Munté en el tercer puesto de la lista, tiene por delante una decisión difícil. La renuncia de Elsa Artadi, que abandonó la política de forma inesperada, por agotamiento, deja al grupo ante la tesitura de elegir a un candidato que se enfrente a un escenario que no se antoja fácil.

Munté, Mascarell...

Han salido varios nombres a la palestra, empezando por el de la propia Munté. También el de otros concejales del grupo, como Ferran Mascarell y Jordi Martí Galbís, así como opciones que están fuera de la vida del consistorio, han sonado. Pero Junts tiene, probablemente, problemas más relevantes que resolver antes de elegir a su candidato a la alcaldía en la capital catalana.

El que parece tener más crudo repetir es Josep Bou, el concejal del PP que alterna una fidelidad a los Legionarios con una relación de cariño con ediles que están en las antípodas de sus planteamientos. Cuando cayó Pablo Casado, Bou perdió a su principal apoyo. Los populares tomarán decisiones a partir de otoño.

Las primarias del PSC

El PSC celebrará primarias después de verano. Es un caso relevante, porque su cabeza visible en el ayuntamiento, Jaume Collboni, es, junto con Colau y Maragall, una de las tres personas con opciones para ser alcalde de la ciudad hasta 2027. Ello no impide que sigan las especulaciones sobre si los socialistas mantienen alguna opción de cambiar de aspirante a última hora. Sí, los nombres que corren son los de siempre en estos meses: los de Salvador Illa y Miquel Iceta.

Entretanto, Collboni no solo da muestras de que se ve alcaldable, sino que intensifica cada día la distancia con sus socios de Barcelona en Comú. La discrepancia entre socios ya es norma. Los integrantes de esta pareja parecen repartirse ya, civilizadamente, el contenido del piso en el que viven antes de abandonarlo por separado, sin perjuicio de que, en función de los resultados del 28 de mayo de 2023, vuelvan a vivir juntos.

Suscríbete para seguir leyendo