EL FICHAJE MÁS BARATO Y RENTABLE

Las claves del 'impacto Christensen' en el Barça: cuando la discreción también triunfa

Christensen recupera el balón ante Óscar Trejo, el jugador del Rayo, en el Camp Nou.

Christensen recupera el balón ante Óscar Trejo, el jugador del Rayo, en el Camp Nou. / Jordi Cotrina

Marcos López / Joan Domènech

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No le gusta el ruido. Tampoco la propaganda. Se vende por sí solo, pese a que llegó en verano (era el segundo fichaje) en medio casi del anonimato. No era inicialmente Andreas Christensen un refuerzo estratégico, envuelto como andaba en las dudas que provocaba su paso por el Chelsea, colocado bajo sospecha hasta por su carácter. Destapada su debilidad psicológica por Thomas Tuchel, el entrenador alemán.

Demasiado sensible para ser defensa. Peligrosamente sensible si se trata de un central. Pero él, con sigilo y extremada profesionalidad, conectado a la línea centroeuropea que domina la estructura del Barça con Ter Stegen (alemán), Frenkie de Jong (neerlandés) y Lewandowski (polaco), ha sabido inyectar oficio de la Premier a una defensa completamente remozada.

Christensen celebra con Ter Stegen el triunfo del Barça sobre el Atlético en el Metropolitano.

Christensen celebra con Ter Stegen el triunfo del Barça sobre el Atlético en el Metropolitano. / Afp

Forman todos ellos la nueva línea de vida del equipo, que ha mutado de piel con liderazgos diferentes y jerarquías renovadas. Conectados los cuatro (Andreas y Robert se han unido a la vía impulsada por Marc y Frenkie) hasta en el plano familiar, tejiendo complicidades que después se aprecian en el campo.

Era un viejo deseo de Jordi Cruyff, director deportivo del Barça, quien ya había compartido su gusto por el sobrio jugador danés en largas charlas con Albert Capellas, que ejerció de seleccionador danés sub-21 y pasó por el área de metodología del Barça antes de volver al norte de Europa. Ahora es el técnico del Midtjylland de la Superliga danesa. Ambos coincidían en el diagnóstico sobre Christensen: "Es perfil Barça".

Christensen se queja de un golpe en la mandíbula mientras es atendido por el doctor Pruna.

Christensen se queja de un golpe en la mandíbula mientras es atendido por el doctor Pruna. / JORDI COTRINA

Central poderoso en el juego aéreo, con exquisita salida del balón, atrevido en la presión y, sobre todo, inteligente en la lectura del juego. "Encajo en el estilo del Barça", dijo el propio Christensen cuando llegó en julio pasado. Pero entonces se esperaba con más interés el fichaje, luego frustrado de Azpilicueta, capitán, central, lateral derecho del Chelsea.

Y quien llegó fue él, cumpliendo lo que escribió en aquel papel cuando era un niño. Tenía apenas ocho años y jugaba de delantero. Anotó que su sueño era jugar en el Barça, enamorado como estaba de Ronaldinho, el líder del círculo virtuoso de Laporta (2003-08), y hasta de Deco. 

Christensen y Eden Hazard se disputan un balón en el enfrentamiento amistoso entre el Real Madrid y el FC Barcelona en Las Vegas

Christensen y Eden Hazard se disputan un balón en el enfrentamiento amistoso entre el Real Madrid y el FC Barcelona en Las Vegas / EFE / Joe Buglewicz

Superó un mal inicio

Pero tuvo que esperar 16 años para que el papel, divulgado después por el club, saliera a la luz. Necesitaba, además, el Barça que expirara su contrato con el Chelsea para traerlo al Camp Nou porque el dinero era necesario para fichar a otros: Lewandowski, Koundé y Raphinha. Y el danés, del que apenas se ha vuelto a escuchar su voz desde julio pasado, ha ido conquistando territorios que parecían prohibidos.

Juega con tanta naturalidad que da la sensación de que lleva toda la vida vestido de azulgrana, a pesar de su mal arranque (empezó de titular, fue luego suplente y se lesionó en Milán, con un esguince de tobillo, que dificultó aún más su adaptación). Pero Christensen se ha instalado en el eje de la zaga con tal solvencia que ha desplazado a Koundé e incluso Araujo al costado derecho para ejercer de laterales. Los demás se mueven; él, no.

Araujo, Christensen y Koundé al acabar el partido con el Atlético en el Metropolitano.

Araujo, Christensen y Koundé al acabar el partido con el Atlético en el Metropolitano. / Reuters

Tampoco él es zurdo para jugar en el costado izquierdo, pero ahí reside uno de sus valores añadidos como futbolista. Esa capacidad de adaptación le convierte en único. Eric Garcia, quien solía ocupar esa zona, está prácticamente desaparecido, y Andreas se ha convertido en uno de los mejores refuerzos del ‘verano de las palancas’.

"Andreas me da mucha confianza, por su zona entra poco peligro, va bien de cabeza y es bueno en la salida de pelota"

— Xavi, técnico del Barça

Juega, manda y lidera la defensa del Barça, la mejor de las cinco grandes Ligas de Europa porque solo ha encajado siete goles en 20 jornadas manteniendo hasta en 15 partidos la portería a cero. "Me da mucha confianza, por su zona entra poco peligro, va bien de cabeza y es bueno en la salida de pelota", recalca Xavi cada vez que le preguntan por ese danés sigilosamente asombroso y eficaz. 

Christensen y Pathe Ciss pugnan por un balón en un corner en el Barça-Rayo del Camp Nou.

Christensen y Pathe Ciss pugnan por un balón en un corner en el Barça-Rayo del Camp Nou. / Jordi Cotrina

Es limpio (solo ha cometido nueve faltas en 1.181 minutos). Tan limpio es Christensen que en 10 de los 17 partidos que ha jugado no ha realizado ninguna infracción. Sale con elegancia desde atrás (inició la jugada del 1-0 de Pedri al Getafe en la Liga y el 1-0 al Sevilla en la Liga con el centro a Raphinha, previo a la dulzura de Kessié en la asistencia a Jordi Alba), instalado a casi 70 metros de Ter Stegen.

Mima la pelota (promedia un 92,2% de acierto en el pase esta temporada con momentos cumbre como el pasado domingo ante el Sevilla con 100 pases buenos de 105 realizados) y le encanta defender, como tanto le gusta a Xavi. O sea, Christensen defiende atacando, presionando al delantero en campo ajeno antes incluso de que se gire por lo que minimiza los riesgos. ¿La prueba? En 14 de los 17 encuentros no ha sido regateado por nadie. 

Y hasta el club presume de una de sus mejores incorporaciones. "Deberían poner vídeos de Christensen defendiendo en todos los colegios", tuiteó para festejar este pletórico invierno que está firmando el defensa danés, cuyo excelente rendimiento le ha hecho abandonar el anonimato. Aunque no se le vea en las redes sociales (ni las usa), ni tampoco se le oiga.

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