SOLO 6 GOLES ENCAJADOS EN 16 JORNADAS

Barça, las claves de la mejor defensa de las grandes ligas de Europa

Araujo, Christensen y Koundé al acabar el partido con el Atlético en el Metropolitano.

Araujo, Christensen y Koundé al acabar el partido con el Atlético en el Metropolitano. / Reuters

Marcos López / Joan Domènech

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A la espera de que el Barça halle armonía colectiva en su juego ha encontrado, al menos en la Liga, la estabilidad defensiva que no ha tenido ni en la Copa (el Intercity le metió tres goles en apenas 27 minutos) ni, por supuesto, en la Champions, donde fue eliminado en la fase de grupos tras encajar 12 tantos en seis jornadas.

Todo cambia, sin embargo, cuando juega por España, capaz como ha sido el equipo de Xavi de convertirse en la mejor defensa del campeonato arropando la mejor versión de Ter Stegen, dejando extraordinarios ejercicios defensivos de supervivencia como en su victoria sobre el Atlético.

Nadie resiste en las cinco grandes ligas los números del Barça. En los cuatro países todos quedan muy por debajo del equipo de Xavi. Ni el Paris SG en Francia (13 goles encajados en 17 jornadas), ni el Nápoles en la Serie A italiana (13 en 17) ni el Bayern Múnich (13 en 15) en la Bundesliga ni el revolucionario Arsenal de Arteta (14 en 17) en la Premier pueden mirar a los ojos del Barcelona.

No solo eso. El Barça posee la mejor estructura defensiva de Europa después de haber visitado con éxito estadios tan complejos como el de Anoeta (1-4), Sánchez Pizjuán (0-3), Mestalla (0-1) y Metropolitano (0-1), encajando su mayor varapalo en el Bernabéu con la única derrota del curso liguero (3-1).

El 50% de los goles encajados en la Liga por el Barça llevan la firma del Madrid. Los mismos goles (3) que, curiosamente, le hizo el Intercity en la Copa.

Ter Stegen da órdenes a su defensa durante el Atlético-Barça en el Metropolitano.

Ter Stegen da órdenes a su defensa durante el Atlético-Barça en el Metropolitano. / FCBARCELONA

El candado de Ter Stegen

Hasta 12 jornadas ha logrado mantener Ter Stegen su portería a cero, una cifra asombrosa. Asombrosa porque resulta contradictoria viendo su irrregularidad europea y la zozobra copera.

En las ocho primeras jornadas, el equipo de Xavi tan solo había encajado un tanto, el de Isak en San Sebastián, prueba de su extraordinaria fortaleza, teniendo en cuenta que en ese primer tramo del curso solo repitió una zaga en tres ocasiones.

Estaba integrada por Koundé, Araujo, Eric y Balde. Sostenido el Barça en todo momento por las manos de Ter Stegen, que ha dejado paradas decisivas, como ocurrió, por ejemplo, en el Metropolitano cuando voló con una decisiva mano para evitar el gol de Griezmann en la primera mitad.

"Esto dice mucho de la línea defensiva, de la presión alta, del plan de partido y de cómo todos los jugadores se sacrifican. El equipo se deja el alma"

— Xavi, técnico del Barça

Para entender el gran cambio experimentado en la defensa del Barça basta recordar los 19 goles encajados en las 16 primeras jornadas de la pasada temporada. Ha reducido hasta 13 tantos menos (de 19 a 6).

"Esto dice mucho de la línea defensiva, de la presión alta, del plan de partido y de cómo todos los jugadores se sacrifican. El equipo se deja el alma", confesó Xavi tras el triunfo sobre el Atlético.

Araujo salva al Barça en el Metropolitano.

Araujo salva al Barça en el Metropolitano. / FCB

Araujo, líder y alma

Es el defensa que piensa solo en defender. Parece una obviedad. Pero no lo es. Entiende el juego como una batalla (“es un guerrero”, lo definió esta pasada semana Xavi), donde festeja un despeje como si fuera un gol. Y lo son, al menos para el Barça. "Ronald es un gran líder, un gran líder", admitió aliviado el técnico.

Así ocurrió en la Copa cuando cabalgó a campo abierto durante más de 50 metros para llegar a tiempo y evitar el tanto de Aaron, el delantero del Intercity. Así lo hizo el pasado domingo cuando también llegó a tiempo, ya en la línea de gol, de evitar el empate de Griezmann (m. 90 + 4), transformado en el verdadero líder defensivo del Barça. Pagó cara el equipo su ausencia porque perdió jerarquía, correción defensiva, velocidad hacia atrás y, sobre todo, compromiso defensivo.

Christensen celebra con Ter Stegen el triunfo del Barça sobre el Atlético en el Metropolitano.

Christensen celebra con Ter Stegen el triunfo del Barça sobre el Atlético en el Metropolitano. / Afp

Christensen, silenciosamente eficaz

Llegó gratis, etiquetado como la opción menos valiosa porque Rüdiger era titular en el Chelsea. Y el central danés, no. Pero, poco a poco, se ha ido asentando en el eje de la zaga azulgrana, erigido en uno de los pilares de Xavi, que lo protegió en la Copa para así tenerlo fresco en la Liga.

Completó el danés un soberbio partido ante el Atlético, dejando acciones defensivas de enorme importancia (cinco despejes, un disparo bloqueado ganando el único duelo aéreo que libró y cometiendo apenas una falta en 90 minutos interviniendo mucho en el juego con 102 toques, firmando casi un 96% de acierto en el pase).

Silencioso es Christensen. Silencioso y eficaz, mezclando de maravilla con Araujo, aunque apenas hayan coincidido juntos en el eje. El domingo fue la primera vez en la Liga tras seis meses de competición. Su único precedente fue en Múnich y con mal recuerdo: 2-0 del Bayern.

Koundé despeja un balón en el Atlético-Barça del Metropolitano.

Koundé despeja un balón en el Atlético-Barça del Metropolitano. / Afp

Koundé, lateral-central

Vino al Camp Nou para ejercer de central. Pero ha sido destinado a la banda derecha porque es el mejor especialista que tiene Xavi para esa zona. En la Liga, el exfutbolista del Sevilla ha jugado tanto de lateral diestro (cuatro jornadas) como de central diestro (cuatro).

En el Metropolitano conectó bien con Araujo, su socio más cercano, y Christensen, ubicado como central zurdo. No fue Koundé regateado ni una sola vez y eso que por ese territorio merodeaban Carrasco, Joao Félix y hasta Griezmann, siendo, además, capital en alguna acción ofensiva como una gran asistencia a Dembélé un pase de más de 40 metros que liberó al Barça de la angustia que vivió en el Metropolitano.

Jugó Xavi con tres centrales específicos (Koundé-Araujo-Christensen) que supieron solidificar el área de Ter Stegen. Hubo muchos remates (20 hizo el Atlético), pero sin ningún acierto. Tiró cinco veces a la portería de Ter Stegen, que realizó tres paradas además de la ‘otra parada’ de Araujo. 

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