Cómo Ter Stegen ha vuelto a ser Ter Stegen, el "líder" del líder

Durante tres interminables segundos asistía horrorizado a la carrera del delantero del Getafe. Estaba inmóvil el canario. Ter Stegen, entretanto, ejerció del mejor Ter Stegen, un portero que ha alcanzado un descomunal ejercicio de eficacia tras alcanzar 13 partidos de Liga de los 17 que ha disputado el Barça con la portería a cero. Una verdadera locura. O sea, el 76% de las jornadas de Liga.

La otra auténtica locura es que ha recibido 45 disparos a puerta en 1.530 minutos de Liga y ha firmado 36 paradas. O sea, un 80% de acierto. Ocho de cada 10 tiros acaban siendo rechazados por las manos, pies o cuerpo del alemán.

Ter Stegen, el milagro como rutina. #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/UUznJr469P

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El alemán, consciente de la trascendencia de la relación entre espacio y tiempo, se echó literalmente encima del cuerpo de Borja Mayoral, a quien se le hizo tan diminuta la portería como inmenso e inabordable el cuerpo del portero. Paró Ter Stegen el disparo con el pecho y luego extendió la mano izquierda al aire para frustrar la caprichosa trayectoria del balón, firme como se sostuvo para no caer en el engaño previo del jugador del Getafe. Firme para alivio de Xavi.

Paró, en realidad, porque antes intimidó de tal manera, transformado en uno de los mejores guardametas del mundo. De nuevo. Tras meses de sospecha, cuestionado por esa rodilla derecha que le hizo pasar por el quirófano, en los que había hasta murmullos.

La tozudez profesional de Marc

Murmullos y una duda casi existencial anticipando un final precipitado. No es el mismo Ter Stegen de siempre. Y no lo era. No lo era, entre otras razones, porque el tendón rotuliano no le dejaba vivir tranquilo, generando la sensación de que ya no volvería a ser quien fue.

Pero él, tozudo, profesional, obsesivo y maniático del trabajo, se resistía a darse por perdido. Era joven, demasiado joven para un portero (tiene ahora 30 años) como para abandonarse. Y se ha levantado con una fuerza increíble devolviendo la imagen del guardameta moderno, fiable con los pies, asombroso con las manos y, sobre todo, inteligente en la lectura de los uno contra uno, en los que suele ser certero hasta alcanzar la perfección.

Hasta tres delanteros del Getafe se plantaron solo ante él en los primeros 41 minutos. Ninguno lo burló. Ni Enes Ünal (estaba en fuera de juego), ni Aleñá (estaba también en fuera de juego) ni Borja Mayoral (que sí estaba en posición legal) supieron driblar ese cuerpo que no se dobla antes de tiempo.

Raphinha la pone de maravilla y Pedri define.
Pero es Christensen el que roba en campo contrario y toca a la primera. Jugadorazo el que ha fichado el Barça. #LaCasaDelFútbol. pic.twitter.com/Tt71ytmRxn

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Por encima de los sistemas

El Barça de los extremos está en manos de Ter Stegen. El Barça de los centrocampistas, también. No se entiende la obra de Xavi que manda en la Liga (44 puntos de 51 posibles, con un extraordinario 86%), sin esa figura del alemán, una de las mejores herencias que dejó Zubizarreta en el Camp Nou antes de que fuera despedido de mala manera como director deportivo del Barça en enero del 2015.

Pagó 12 millones al Borussia Mönchengladbach en verano de 2014 por un joven desconocido en la elite que se ha transformado, casi una década más tarde, en uno de los mejores del planeta. Por lo qué para y por lo qué intimida, capaz de permitir que el Barça gane partidos por 1-0 (Mallorca, Celta, Valencia, Atlético y Getafe), resultados que le encadenan al pragmatismo más absoluto.  

Está Ter Stegen por encima de los sistemas. Él, en sí mismo, es un sistema. Solo ha recibido seis goles en 17 jornadas (0.35 por encuentro). Nadie en Europa presenta estadísticas tan brutales.

El Arsenal de Arteta, por ejemplo, gobierna con felicidad la Premier tras haber encajado 16 tantos (más del doble) en 19 jornadas (0.84). Y tres de esos goles los marcó el Madrid en el Bernabéu. En el Camp Nou, además, solo ha sido batido una vez en esta Liga. Y fue Joselu de penalti. 

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"Estamos viendo al mejor Marc desde hace tiempo. Está con una confianza tremenda, está feliz, nos marca la diferencia", confesó Xavi, entregado al alemán, que acaba de estrenar el rol de cuarto capitán del Barça.

"La parada que hace en el uno contra uno es espectacular. Me alegro por él, es un líder para el grupo y para el equipo. Es importante que el portero nos de puntos, es trascendente en el juego, no solo parando sino también con los pies. Me alegro mucho", añadió el técnico.