'Afterwork' de EL PERIÓDICO

Joan Guàrdia, rector de la UB: "La universidad debe ayudar a los jóvenes a separar banalidad del conocimiento"

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El rector de la Universitat de Barcelona (UB), Joan Guàrdia, conversa con el director de EL PERIÓDICO, Albert Saéz, durante el afterwork celebrado en 'Casa Seat'.

El rector de la Universitat de Barcelona (UB), Joan Guàrdia, conversa con el director de EL PERIÓDICO, Albert Saéz, durante el afterwork celebrado en 'Casa Seat'. / Jordi Otix

Valentina Raffio

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El afán de la humanidad por entender el mundo y transmitir conocimiento es algo que nos ha acompañado desde los albores de la civilización. Pero la manera de hacerlo ha cambiado radicalmente desde que, siglos atrás, la cultura estaba en manos de unos pocos privilegiados hasta un contexto en el que, como ahora, los saberes son cada vez más transversales y se comparten a través de múltiples plataformas. "Las universidades deben adaptarse a los nuevos tiempos sin perder el rigor", afirma, con talante contundente, el rector de la Universitat de Barcelona (UB), Joan Guàrdia. "El rol de las universidades es ayudar a las nuevas generaciones a separar la banalidad del conocimiento. Por eso tenemos que adaptarnos a los nuevos tiempos sin olvidarnos de los valores, la calidad y el rigor que caracteriza nuestro trabajo", argumentó Guàrdia durante el 'afterwork' organizado por EL PERIÓDICO en Casa Seat.

Según explicó Guàrdia durante una conversación con el director de este diario, Albert Sáez, el contexto actual no solo obliga a replantear los métodos de enseñanza sino que, además, también plantea una reflexión sobre el rol de las universidades. "En su primer día de clase, los alumnos de ahora tienen acceso con un simple clic a más información de la que yo tuve a lo largo de toda mi carrera. No tiene sentido que los docentes intentemos competir contra esto. Nuestro rol es guiarlos en este mar de información, ayudarlos a entender y, sobre todo, darles contexto", explicó el rector de la universidad más antigua de Barcelona.

"Nuestro rol es guiar a los estudiantes en este mar de información, ayudarlos a entender y, sobre todo, darles contexto"

Joan Guàrdia

— Rector de la Universitat de Barcelona (UB)

Uno de los ejemplos más claros sobre la importancia de que la universidad se adapte a los nuevos tiempos llegó, de forma totalmente colateral, con el estallido de la pandemia de covid19. Esta crisis sanitaria, que obligó a confinar a gran parte de la población en sus hogares, también forzó a los centros educativos a adaptar sus clases a un entorno virtual. "La pandemia nos ha dejado un legado importante en las aulas. Ahora, por ejemplo, tenemos cada vez más clases digitalizadas y nuevas maneras de hacer docencia", explicó Guàrdia. "Hay clases que damos de forma simultánea en cinco países diferentes. Y asignaturas donde nuestros estudiantes deben trabajar con los compañeros que tienen al lado y, a su vez, con otros que están en Montpellier", comentó el rector durante su intervención ante la atenta mirada del público.

Universidad de referencia

En sus seis siglos de historia, la UB ha vivido todo tipo de cambios y transformaciones sociales. En estos momentos, según explicó Guàrdia, la institución cuenta con más de 40.000 estudiantes de grado, 5.500 de máster, 5.000 investigadores en formación y más de 10.000 estudiantes de posgrado. "Cada día afectamos directamente a la vida de 110.000 personas y, de forma indirecta, a unas 350.000", afirmó Guàrdia. "También estamos muy orgullosos de decir que la universidad forma parte del tejido de la ciudad de Barcelona", añadió. En este sentido, el rector destacó que esta universidad también destaca como la cuarta institución con más metros cuadrados en la ciudad. De hecho, incluso se calcula que tiene más sedes que algunos pequeños ayuntamientos catalanes.

"Estamos muy orgullosos de decir que la universidad forma parte del tejido de la ciudad de Barcelona"

Más allá de su labor docente, la UB se ha consolidado como una institución pionera en la generación de conocimiento científico. En esta institución se generan una media de 7.500 artículos científicos y académicos cada año. En estos momentos, según apuntan los últimos balances de la universidad, la institución mantiene más de mil proyectos de investigación activos, así como 232 grupos científicos consolidados y 50 proyectos europeos de gran alcance. Muchas de estas cifras sitúan a la universidad como una de las mejores valoradas del mundo en diferentes ránkings tanto de rendimiento académico y producción científica como de transferencia de conocimiento.

Compromiso con la ciencia

Uno de los grandes retos a los que se enfrentan los grupos de investigación no solo de esta universidad catalana sino, en general, de toda España es intentar recuperar el pulso tras la gran recesión de 2008. "Esa crisis nos expuso a una falta de financiación feroz en la que, por un lado, se cortó drásticamente la inversión en ciencia y, por el otro, precarizaron aún más las condiciones de trabajo de los investigadores", explicó Guàrdia. "En los últimos años la situación ha empezado a cambiar, pero todavía no nos hemos recuperado. Es como cuando tienes un accidente: estás meses en reposo, pierdes masa muscular y, aunque te recuperes, el primer día no puedes volver a correr como antes. Necesitamos seguir trabajando para garantizar una recuperación sólida de todo el tejido científico", argumentó.

"Necesitamos seguir trabajando para garantizar una recuperación sólida de todo el tejido científico"

Guàrdia explicó orgulloso este compromiso y su importancia para toda la comunidad universitaria. Y no solo por su rol como rector de la institución sino porque, según destacó él mismo, su vocación es la de científico. "Antes de asumir este cargo yo me dedicaba a la investigación en neurociencia computacional. Ahora, aunque el trabajo de rector ocupa todas mis horas, intento dedicar al menos un día a la semana para estar en mi laboratorio. Y os aseguro que cuando acabe esta etapa volveré a mi trabajo de hacer ciencia porque esa es mi verdadera vocación", zanjó, orgulloso.