ENTREVISTA

Doctor Romero: "Las historias de la gente es lo que más engancha"

El programa de TVE-1 'Doctor Romero' sigue casos "emotivos" de personas que quieren adelgazar

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Juan Carlos Rosado / Madrid

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El doctor Nicolás Romero fue subdirector de ‘Saber vivir’ de 1997 al 2000. Luego estuvo 10 años como productor ejecutivo de ficción hasta que fue nombrado hace dos años subdirector de ese departamento. Ahora ha tenido que renunciar a su cargo para presentar ‘Doctor Romero’, el nuevo programa que emite TVE-1 los miércoles (23.35 horas).

¿Cómo se pasa de médico a trabajar en la tele? Estudié medicina y ejercí, pero me faltaba algo. Con la especialización veía que mis compañeros se metían en un mundo cerrado en el que solo ves parcialidades. Yo tengo un pensamiento más generalista y me faltaba la parte humanística y las emociones. Me gusta mucho la psicología evolutiva porque las emociones han evolucionado mucho. También me interesaba la comunicación, y por eso hice Ciencias de la Información. Entré en TVE con temas médicos y después de estar en 'Saber vivir', pasé a la ficción.

“Se me ocurrió un 'coaching' de salud contado de otra manera que fuera entretenido y que creara modelos de conducta”

¿Cómo surge la idea de este programa? Empecé a pensar aquello de no te preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país. Vi que yo era directivo de una cadena que es pública y que necesita dar satisfacción a todos los ciudadanos con parámetros de rentabilidad social más que de audiencia. Si el ciudadano percibe que estamos  haciendo buenos programas dirá que su dinero está bien gastado. Lo que el ciudadano no admite es que hagamos mamarrachadas y se gaste mal su dinero. Empecé a darle vueltas y se me ocurrió un 'coaching' de salud contado de otra manera que fuera entretenido y que creara modelos de conducta.

Renunciar a la subdirección de ficción por este programa. ¿Fue una decisión arriesgada? He quemado las naves como Cortés. Es que creo en esta idea muchísimo. Cuando planteé el proyecto, en TVE se quedaron sorprendidos porque era otro concepto de la televisión. Pero al final dijeron que querían hacerlo.

Si la audiencia no acompaña , le veo haciendo pasillos… Sí, mi decisión me crea más incertidumbre. Pero yo he decidido arriesgarme y dar el paso. En televisión puedes funcionar o no, y más en verano. Espero que la programación sea buena. Mi experiencia como directivo me demuestra que dependes de que sea bueno tu producto, de cómo te programen y de lo que tengas enfrente. Tú solo controlas el primer factor.

Como directivo, ¿tuvo la opción de elegir el día y la hora? Hombre, me llegaron algunas ondas sobre la posible ubicación del programa. Pero ya no soy directivo, aunque siempre intentas hacer ver a tus excompañeros tu criterio, con el debido respeto. Yo lo que quería era un día en que no tuviera mucha competencia.

“Todo proceso de adelgazamiento es global porque no se puede separar de tu profesión y tus circunstancias vitales”

¿Qué elemento del programa engancha más? Las historias de la gente. Creo que contamos vidas personales muy emotivas. Todo proceso de adelgazamiento es global porque no se puede separar de tu profesión y tus circunstancias vitales. No es tan fácil. Ver en el programa esos cambios de hábitos nos motiva mucho.

Usted no cree en las dietas de pasar hambre ni en las  de miedo. ¿Cuál es la ideal? Primero, que no pasen hambre. En el plan de alimentación que yo he puesto la cena tiene dos platos. Y te tienes que ir a la cama a las 12 de la noche. Tampoco tienen que empezar a contar calorías, sino a ver equivalencias y a saber qué están comiendo. Luego hacemos que puedan compartirlo con la familia.

¿Cuál fue el momento más emotivo? El de María Lora, la cantante de copla. Cuando vimos en una de las pruebas la imagen del corazón y una silueta pequeña en una aurícula que se está moviendo, el doctor Cabrera y yo nos quedamos muy impactados. Estábamos con el corazón encogido. Cuando se lo comuniqué a María, se le vino el mundo encima por la ilusión que tenía. No durmió en varios días porque pensaba que no iba a poder continuar con su trabajo. Pero comprobamos que era un resto embrionario, como una marca de nacimiento. Al decírselo, se derrumbó y me abrazó. Estuvo varios minutos llorando.