PREGUNTAS SOBRE LA INDEPENDENCIA / 12

¿Habría un Ejército catalán?

Ceremonia de jura de bandera en la Academia Militar de Talarn, en el Pallars Jussà, el pasado 10 de julio.

Ceremonia de jura de bandera en la Academia Militar de Talarn, en el Pallars Jussà, el pasado 10 de julio.

PILAR SANTOS / MADRID

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Hasta hace muy pocos días no había respuesta para esta pregunta. El 'Llibre Blanc de la transició nacional de Catalunya', la hoja de ruta hacia el nuevo país, deja totalmente abierto este asunto ("se puede optar por dos grandes modelos, con ejército o sin", dice el texto) y no recoge el gasto aproximado que requeriría en caso de que la respuesta fuera afirmativa (solo señala que sería un "coste alto"). Tampoco los programas electorales del 27-S dan pistas de lo que harían los partidos independentistas en este tema, tan poco popular. El pasado miércoles 8 de septiembre, sin embargo, el president Artur Mas anunció en el 'Financial Times 'que él apuesta por un "Ejército pequeño"Artur Mas  y por seguir dentro de la OTAN, sin aportar más detalles. ¿Qué se puede considerar "pequeño"? ¿1.000 militares? ¿4.000? ¿De qué armamento se dotaría? Mas quiere que Catalunya siga dentro de la Alianza Atlántica, pero ¿está asegurada la continuidad si se accede a la independencia de forma no pactada?

Una declaración unilateral de independencia (DUI) dificultaría la continuidad o el ingreso de una Catalunya soberana en la OTAN, ya que cualquier nuevo miembro debe contar con el apoyo unánime de todos los socios -es decir, también de España-, al igual que ocurre en la Unión Europea (UE), como han advertido las autoridades de Bruselas y varios mandatarios extranjeros en las últimas semanas.

La Alianza Atlántica no marca el tamaño mínimo del Ejército de los socios, pero sí que les pide que dediquen el 2% de su producto interior bruto a gasto militar, algo que cumplen muy pocos miembros, según los cálculos de la propia institución. España, por ejemplo, destinó el 0,9% a este capítulo en el 2014. Y, de media, los países europeos que participan en este sistema de defensa común asignan cada año el 1,5% del PIB.

Si una Catalunya independiente quisiera colocarse en esa media, debería desembolsar 3.139 millones de euros solo en gasto de defensa. Si, por el contrario, y al igual que España, le destinara el 0,9%, la cifra rondaría los 1.880 millones de euros.

Rafael Grasa, presidente del Institut Català Internacional per la Pau y uno de los expertos que redactaron el capítulo sobre seguridad y defensa del 'Llibre Blanc', justifica la ambigüedad y la falta de información sobre este tema en la hoja de ruta porque considera que abrir este debate es precipitado. "Escenarios, preguntas, sí; afirmaciones sin fundamento sobre el tipo de Ejército, efectivos, costes, tipo de armamento, pertenencia a alianzas, no. Al menos yo no participaré en esta fase", explica.

FALTA DE INFORMACIÓN

No consideran baladí el asunto ni Rafa Martínez, catedrático de Ciencia Política de la Universitat de Barcelona, ni tampoco Marc Gafarot, investigador del CIDOB, cada uno desde un punto de vista muy diferente.

Martínez confiesa que le cuesta "tomarse en serio" las cuestiones sobre el sistema de defensa al ver la poca información que los propios partidos independentistas dan sobre esa Catalunya soberana. "En caso de una declaración de independencia por las bravas habría una travesía del desierto que se niega desde el independentismo. Habría 10 o 12 años de incertidumbre política, económica y social. Están vendiendo el paraíso pero es mentira", afirma. "¿Con qué protegerás tus costas, tus fronteras? ¿Habrá que comprar aviones, fragatas, tanques, BMR? ¿Cuánto costará todo eso? ¿Dejaremos de tener cobertura del Centro Nacional de Inteligencia y del Ejército español?", pregunta.

Sí que se atreve a definir cómo sería ese Ejército catalán Gafarot. Este investigador pone como ejemplo a seguir los sistemas de defensa encandinavos y considera que esa nueva República "debería huir de modelos faraónicos". En un momento de consolidación, dice, debería alcanzar los 15.000 militares y es probable que debiera tener bastante peso la fuerza naval debido a los más de 500 kilómetros de costa. Este investigador considera ineludible que el nuevo país tuviera que contar con un Ejército -son muy pocos países en el mundo los que no tienen- si quisiera ser visto como un "Estado fiable". "La comunidad internacional será la primera que le exigirá que participe en los retos de seguridad globales", advierte, antes de dar por hecho que ese nuevo país seguiría formando parte de la Unión Europea y de la OTAN "por una cuestión de pragmatismo".