Guía del enredo soberanista desde la consulta del 9-N

A la tercera parte del proceso soberanista, es decir, la que va después de las elecciones del 2010, del 2012 y del proceso participativo del 9-Nproceso participativo 9-N, no paran de acumulársele secuelas. Si alguien pensó por un momento que la cuarta entrega de la saga, las elecciones del 27-S, encarrilaría el final del culebrón, se equivocó de todas todas.

LA ERA DE LAS CONFERENCIAS. Los besos y abrazos de la noche de la consulta alternativa dieron paso a una fase de conferencias y contraconferencias políticas en las que se evidenciaron las discrepancias sobre la línea a seguir en la nueva etapa. El 25 de noviembre, cuando la 'i' de CiU todavía no se había perdido por el camino, Mas llamó a confeccionar una candidatura unitaria de los partidos independentistas para asegurar la victoria en unas futuras elecciones. Si hay que convocar se convoca, pero convocar para hacer unos comicios como los de toda la vida es tontería, vino a decir. También se ofreció a encabezar esa lista "o a cerrarla",  pero ni por esas convenció a Oriol Junqueras.

El líder de ERC, en su mitin de réplica al mandatario nacionalista, defendió el 2 de diciembre que las listas separadas eran la mejor manera para "maximizar" el resultado del bloque soberanista. Su propuesta para exhibir unidad del bloque del 'sí-sí' fue poner antes de las siglas de cada partido una suerte de emblema del tipo "Candidatura por la independencia de..." En definitiva, que uno habló desde Boston (Diagonal, 1 de Barcelona) y el otro, desde California (Diagonal, 661).

EL PACTO CON ANEXO SECRETO. Vistas las desavenencias entre Mas y Junqueras, la Assemblea Nacional de Catalunya (ANC), de Òmnium Cultural y de la Associació de Municipis per la Independència (AMI) aumentaron la presión para que los líderes políticos volvieran a ir de la mano. El 14 de enero pareció reconducirse la situación. El 'president', de acuerdo con los otros actores de esta película, anunció la celebración de elecciones plebiscitarias para el 27 de septiembre, con listas separadas pero con el mismo objetivo final. Lo que no se dijo entonces, y se ha conocido hace pocos días, es que había un anexo en el que se indicaba que la participación de representantes de la ANC, de Òmnium o de la AMI en las listas de una u otra fuerza debía ser pactada previamente entre todos.

MÁS MADERA. El camino a Ítaca del bloque soberanista pareció reconducirse e incluso el 30 de marzo se presentó una hoja de ruta con la independencia a 18 meses vista tras el 27-S. Sin embargo, y algo tuvo que ver en ello la ruptura de CiU y la victoria de Barcelona en Comú en las municipales, Mas volvió a recuperar el 20 de junio la idea de la lista "del" o "con" el 'president'. Junqueras le replicó planteando una lista unitaria pero con personalidades de la sociedad civil, con el apoyo de los partidos aunque sin políticos. Tras algún devaneo, ANC y Òmnium se sumaron a la propuesta de ERC (la AMI lo había hecho a la de Mas), y después la CUP también se subió al carro. En el tejado de Mas ya no cabían más pelotas. Con serios recelos a que no haya políticos en la lista unitaria que el reclamó, el 'president' tratará de desempatar el partido con una nueva cumbre soberanista en los próximos días. 

En los días de julio del 2015 se convovó una cumbre de partidos y entidades en la que tratarían de hilvanar su estrategia cara al 27-S después de unas semanas en las que cada uno ha tirado de un extremo de la cuerda. Quedan exactamente 80 días para los comicios anunciados (que no convocados) por el presidente de la Generalitat y la pretendida unidad gira ahora en torno al debate sobre una lista conjunta, con o sin políticos, en la que los diferentes actores no acaban de ponerse de acuerdo