De la chapuza del 'Ecce homo' al soponcio

Cecilia Giménez, la abuela de 81 años que pintarrajeó un fresco, unEcce homode escaso valor histórico y artístico del santuario de la Misericordia de Borja (Zaragoza), con la intención de restaurarlo, no pudo resistir ayer la presión de convertirse en motivo de rechifla universal (hasta enThe New York Times). Acabó en cama con un ataque de ansiedad, no sin antes alegar que su intervención era conocida por el cura y que aún estaba inacabada. Y es que el asunto derivó ayer más hacia el sainete que al conflicto patrimonial.

La diócesis de Tarazona sostuvo ayer en un comunicado que todo lo sucedido en los últimos días se ha «extralimitado» y «exagerado» y el párroco de la localidad zaragozana, Florencio Garcés, pidió, en declaraciones a Europa Press, que se tape el cuadro desgraciado por la «actuación autónoma» de la anciana para evitar «mofas dentro de la iglesia».

«Si llega a ser un Goya nos cercan a los de Borja», lamentó en tono irónico el sacerdote, que recordó que la pintura solo tiene «valor afectivo» y aseguró que no había visto actuar a Cecilia («solo digo misa y me voy»), aunque el trabajo le ha llevado a su autora cuatro años. Lo que teme el cura (que afirma que la anciana «pinta muy bien») es que se hagan realidad las propuestas que ha encontrado en las redes sociales y empiecen a circular por el santuario bromistas con ganas de fotografiarse.

Eso sí, la interpretación de Garcés de por qué el cuadro acabó emborronado estuvo a la altura de los comentarios que cunden en internet, con recogida de firmas para que se conserve en resultado de la restauración incluida. En su opinión, «se le ha ido el pincel y se ha corrido la pintura».