'Salvados' se sumerge en los fondos internacionales

Jordi Évole constata que España resulta atractiva para los grupos inversores

Jordi Évole (derecha), en un momento de la entrevista con el periodista José F. Leal, en Vallecas.

Jordi Évole (derecha), en un momento de la entrevista con el periodista José F. Leal, en Vallecas. / periodico

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Comprar un piso por 67.000 euros y venderlo por 160.000 es un buen negocio. Y si se trata de un bloque o edifico entero, aún más. Claro que en este caso es necesario disponer de una buena cantidad de dinero, lo que no resulta un inconveniente para los fondos de inversión. Tampoco importa que se trate de vivienda social, sino al contrario, como en el caso de Goldman Sachs-Azora, que ha comprado unos 3.000 pisos sociales a la administración madrileña, con inquilinos y todo.

Según el periodista especialista en vivienda José F. Leal, el alquiler de viviendas aumentará en España y se convertirá en un gran negocio durante los próximos años. Pero esto no tranquiliza a los inquilinos que, como Raquel García, vecina de Vallecas (Madrid), observa con preocupación cómo la administración ha vendido su vivienda a un fondo de inversión por menos de la mitad de lo que le pedían a ella en su opción de compra.

Empresas en dificultades

Pero los fondos de inversión no solo se interesan por el mercado inmobiliario. Las empresas, especialmente las que atraviesan dificultades, también les resultan atractivas. El economista Jaume Llopis , experto en gestión de empresas, le ha puesto a Jordi Évole dos ejemplos bien distintos: Famosa y Panrico, ambas empresas familiares. La primera, con graves problemas, fue adquirida en el 2010 por un fondo que la reestructuró y saneó, para luego venderla con un beneficio de 150 millones de euros.

El otro caso, el de Panrico, es negativo. Un fondo se hizo con la empresa en el 2005 junto con otras del mismo sector. Pero la estrategia no funcionó, y la pérdida de cuota de mercado propició su salida para que fuera comprada con otro fondo con un enorme descuento sobre la deuda acumulada. Llopis, por desgracia, no se muestra muestra muy optimista sobre el futuro de la empresa, ya que afirma que "los fondos trabajan para sus inversionistas, no para las empresas".

¿España en venta?

Sin embargo, el dinero que miles de personas tienen en planes de pensiones está invertido en fondos, según recuerda el analista Javier Flores, quien afirma que España resulta muy atractiva para los inversores extranjeros. Tanto es así que pueden obtener descuentos de hasta el 70% en carteras inmobliliarias y mayores aún en carteras de crédito, que se compran a veces a precios irrisorios. Flores reconoce que este dinero que entra, rara vez se queda, y que tampoco genera puestos de trabajo.

Otro experto entrevistado por Évole, este en carteras inmobiliarias, es Ismael Clemente, quien reconoce también que los fondos internacionales tienen mucho interés en invertir en el ladrillo español. Mantiene que fue un "grave error construír tanta vivienda social" en España y sostiene que los alquileres que abonan los inquilinos generan negocio, a pesar de que "algunos de ellos están pagando la mitad de lo que les correspondería". Clemente reconoce que "los mercados cometen errores, pero también los corrigen", reconoce abiertamente la existencia de 'fondos buitre' ("caen sobre un muerto, se lo comen y se van"), y considera que los inquilinos no pueden pretender comprar solo uno, dos o tres pisos de un edificio, "porque lo dejan con más agujeros que un queso". "Se bombardea a la gente con mensajes que son más falsos que Judas", termina diciendo.