Cambio de chaqueta

En vista del resultado electoral, en vista de que casi toda España es una mancha azul tapizada de gaviotas, latroupede criaturas deEl intermedio(La Sexta), al completo, se ha hecho del PP. ¡Ah! Había que ver la satisfacción deWyoming.Gritaba, dirigiéndose a las maltrechas izquierdas que todavía puedan quedar por las Españas:«Es el momento de ir con los que han ganado. Hemos arrasado en las elecciones.¡Chupaos esa, perroflautas!».YUsun Yoon,muy excitada, exclamaba«¡Viva Franco!»,y en general el clima era fantástico. InclusoGonzo,en una esquina, se había puesto una ropa muy adecuada: llevaba una especie de suéter azul pastel, anudado al cuello, como si acabase de llegar de un partido de pádel. ¡Ah! Esta ceremonia por la vía del sarcasmo quizá retrata lo que ya pueda estar pasando en algunos ámbitos de la sociedad. Fue significativo lo que le gritóThaïsaWyomingen un momento dado. Le dijo, aplaudiendo como una descosida:«Mi corazón pertenece al PP desde que Moragas se enamoró de mí, ¡pero tú lo que has hecho es cambiarte de chaqueta!».O sea, buscar a toda costa prosperar cambiando la indumentaria. Es un ejercicio muy conocido el travestismo ideológico según sople el viento y sobre la marcha: solo requiere pocos escrúpulos y un buen fondo de armario.

EDUARDO GALEANO.-Ha tenido el aciertoJaume Barberà(Singulars, El 33) de invitar a su plató aEduardo Galeano.Nunca es tiempo perdido escuchar a este colosal escritor y pensador uruguayo, que conoce muy bien Catalunya, donde vivió 10 años. Sobre este fantástico movimiento de los indignados que todavía acampan por nuestras plazas, advirtió:«No se han equivocado con el nombre: el mundo está dividido entre los indignos y los indignados». Y cuandoJaumele comentó aquella pancarta -que a mí también me gustó tanto- en la que se podía leer: «Si no nos dejáis soñar, no os dejaremos dormir»,sonrióGaleanoy nos contó una pequeña historia sensacional. Dijo, como preámbulo:«Soñar es un derecho»,y añadió, evocando una ocasión en Cartagena de Indias en que dio una charla a estudiantes:«Preguntaron para qué sirve la utopía. Y mi amigo, el director de cine Fernando Birri, contestó: 'La utopía está en el horizonte. Sé que no la alcanzaré jamás. Cuando camino 10 pasos, ella se aleja 10 pasos. ¿Y para qué sirve entonces? Pues, la utopía sirve para caminar».