Los 'Verds' sufren para ganar en Tarragona

VELLA XIQUETS DE VALLS 'Tres de deu amb folre i manilles'.

VELLA XIQUETS DE VALLS 'Tres de deu amb folre i manilles'.

RAFAEL MORALES / TARRAGONA

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Seguro que hoy es un día de resaca en Vilafranca del Penedès, Tarragona y Valls por el espectáculo, el llanto, los abrazos y el sinfín de emociones que se vivieron ayer en la antigua plaza de toros de Tarragona. Los Castellers de Vilafranca ganaron el concurso bienal, como ya habían hecho en nueve ocasiones anteriores (las últimas seis consecutivas). Pero no hubo margen para el tedio. Los de Vilafranca sufrieron hasta el final con el pulso que les echó la Colla Vella Xiquets de Valls (segunda) y el pundonor de la Jove Xiquets de Tarragona (tercera), tres colles que lograron algo insólito en una misma diada: cargar tres gigantescos tres de deu amb folre i manilles.

El calibre del espectáculo vivido no es difícil de explicar. Basta con decir que el concurso se inició a las diez de la mañana y que finalizó a las 16.30 horas. A pesar de esas seis horas y media de espectáculo, unas 6.000 personas mantuvieron abarrotadas hasta el final las gradas y en la arena del ruedo seguían los 7.000 castellers que, aproximadamente, desplazaron las 12 colles que participaron en esta 25º edición del concurso.

No solo eso. Tanto en las gradas como en el albero, los gritos por el espectáculo y los logros conseguidos se alargaron hasta que la Vella de Valls, al final, en la quinta ronda, falló en el intento de descargar el quatre de nou sense folre que le podría haber dado el título o, como mínimo, forzar aún más a los de Vilafranca.

En una sorprendente actuación, los de la camisa rosada de la Vella de Valls se pusieron al frente de la clasificación desde el primer momento y la mantuvieron hasta la tercera ronda. Los de Vilafranca mantuvieron el programa que se habían fijado y que en cualquier otra situación les habría dado igualmente el triunfo en el concurso. Estaban abonados a la gama extra (también la Vella) y completaron el quatre y el tres de nou amb folre i agulla. Sin embargo, en el siguiente paso solo consiguieron cargar el dos de vuit sense folre que tantas alegrías les ha dado en otras ocasiones.

La Vella seguía delante con una ventaja de 50 puntos porque también había descargado el quatre de nou amb folre i agulla y cargado el primer castillo de diez pisos de los tres que finalmente se vieron en la diada. Asimismo, en la tercera ronda, también dejó cargado el dos de vuit sense folre.

Los Castellers de Vilafranca tenían que reaccionar y lo hicieron. La Vella dejó pasar ronda para ver qué hacían sus rivales y los Verds respondieron con contundencia a la presión. Los de Pere Almirall cargaron el segundo tres de deu amb folre i manilles de la jornada, que se derrumbó en la descarga pero que sirvió para sumar los puntos suficientes.

APRETADA CLASIFICACIÓN

Los de Vilafranca se pusieron al frente de la clasificación y ganaron porque la Vella no aprovechó su última oportunidad. Solo 55 puntos de diferencia (6.025 y 5.970, respectivamente) en un concurso donde en la clasificación oficial final solo puntúan los tres mejores castells de cada entidad. La Jove de Tarragona fue tercera con 5.235, mientras que la Joves Xiquets de Valls, una de las favoritas al podio, se tuvo que conformar con la séptima posición (2.850 puntos).

El tercer puesto de la Jove de Tarragona la convirtió en otra de las grandes triunfadoras de la jornada, sobre todo porque entró a forma parte del selecto club de las colles de diez pisos, en el que ahora hay cuatro nombres. Solo los Castellers de Vilafranca y los Minyons de Terrassa (estos últimos no participan en el concurso) han completado el tres de deu (dos veces cada agrupación) pero también la Vella de Valls lo había cargado anteriormente.

La Jove, en definitiva, completó un programa de gama extra que está al alcance de muy pocas colles y que confirma su progresión de los últimos años. No pudo con el tres de nou amb folre i agulla que intentó en la tercera ronda, pero descargó el nou de vuit, el cinc de nou amb folre y, claro, el tres de deu con el que tocó el cielo.