El bombero sancionado por negarse a un desahucio protesta en otro desalojo en A Coruña

Varias personas se han subido la mañana de este jueves al tejado de una vivienda que ha sido desalojada y que ha empezado a ser demolida en el barrio coruñés de Elviña, y al menos dos de ellas se han encadenado a la cubierta, entre ellas el bombero Roberto Rivas, que se negó a desahuciar a una anciana de A Coruña desahuciar .

Casi una veintena de furgones de antidisturbios y una treintena de agentes de la Policía Nacional y Local de A Coruña vigilan el entorno de esta vivienda tras el desalojo de sus propietarios, Álvaro Corral e Isabel López, a las 09.00 horas.

Medio centenar de activistas de Stop Desahucios y vecinos se solidarizan con los afectados, en cuya vivienda permanecía una veintena de personas para impedir el desalojo y finalmente varias de ellas han sido trasladadas a un furgón de la Policía Nacional por negarse a abandonar la casa.

El edil nacionalista en A Coruña Xosé Manuel Carril se encuentra entre los activistas que estaban en el interior de la vivienda.

Tras la llegada de la comisión judicial, y poco antes del inicio del derribo de un anexo a la vivienda, agentes de la Policía Nacional han cargado contra una treintena de activistas de Stop Desahucios y vecinos del barrio coruñés de Elviña que se han colado por una finca colindante a la vivienda para frenar el desalojo.

Previamente, se habían cortado al tráfico, e incluso a pie, todos los accesos a la zona, dos por la avenida de Alfonso Molina y uno por la Universidad, mientras las campanas de la iglesia de Elviña han estado repicando desde esta madrugada.

Camiones y turismos han hecho sonar sus claxon esta mañana para expresar su solidaridad con los afectados a su paso por Alfonso Molina, que registró importantes retenciones desde las 07.45 horas debido a esta protesta vecinal.

El abogado de la familia, Hugo Pastoriza, del despacho Aúna Abogados, ha explicado a Efe que no le dejaron acceder a la casa y que su intención, sin éxito, era paralizar el desalojo porque la sentencia no es firme y está recurrida.