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De refugios de biodiversidad a reutilizar aguas grises: Santa Coloma, El Prat, Mataró y Sant Cugat avanzan hacia la sostenibilidad

Estos municipios catalanes ya aplican con éxito proyectos pioneros que demuestran que las ciudades sostenibles son posibles

SANTA COLOMA | Nuevas lagunas y una futura isla: avanza la recuperación del Besòs, el futuro grifo de Barcelona

MATARÓ | Mataró y el Maresme se reivindican como nuevo referente de la economía circular

AMB | Las ciudades de la Gran Barcelona se adaptan al coche eléctrico: tendrán 102 electrolineras en 2024

Refugio de la Biodiversidad de Santa Coloma de Gramenet.

Refugio de la Biodiversidad de Santa Coloma de Gramenet. / RICARD CUGAT

Margot Canavaggia

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Cada vez son más las ciudades que apuestan por un desarrollo sostenible. En parte, porque el avance de la crisis climática obliga a tomar medidas para amortiguar su impacto y, en parte, porque las medidas más sostenibles también son beneficiosas para la salud, el bienestar y hasta la economía de sus ciudadanos. En los últimos años, los municipios catalanes han puesto en marcha multitud de iniciativas locales para proteger su biodiversidad, reducir su consumo energético o controlar su consumo de agua.

EL PERIÓDICO selecciona cinco de estos proyectos locales en lugares como Santa Coloma de Gramenet, El Prat de Llobregat, Mataró, Sant Cugat del Vallès o el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) para ilustrar qué significa realmente ser una ciudad sostenible.

Santa Coloma de Gramenet: el refugio de biodiversidad

Santa Coloma de Gramenet: el refugio de biodiversidad

Desde hace décadas, Santa Coloma lucha para recuperar el río Besòs como espacio natural y de fomento de la fauna y flora mediterráneas. Es en ese contexto donde surge en 2020 una estrategia pionera —y conjunta entre ayuntamiento, AMB y Ministerio para la Transición Ecológica— para proteger el Refugio de Biodiversidad que cohabita en el caudal del río y que con la contaminación ambiental y acústica de Barcelona se ve muy afectado.

El proyecto, con una inversión económica de casi seis millones de euros y un plazo de implementación de seis años, tiene como objetivo fomentar que el ecosistema se vaya desarrollando de forma autónoma y la fauna se establezca y se reproduzca con el tiempo, a la vez que contribuir a la educación ambiental y la divulgación científica.

Hasta ahora, se han construido tres balsas junto al cauce del río. Se han plantado nuevos árboles, arbustos y plantas autóctonas adaptadas a los entornos fluviales. También se han instalado estructuras para favorecer la reproducción de especies características del entorno con 'hoteles' de insectos, nidos de pájaros y murciélagos. Los próximos pasos serán crear balsas con el aprovechamiento del agua del Rec Comtal y conectadas con el curso fluvial.

Hotel de insectos del Refugio de la Biodiversidad

Hotel de insectos del Refugio de la Biodiversidad / Zowy Voeten

El Prat de Llobregat: la comunidad energética

El Prat de Llobregat: la comunidad energética

El Prat de Llobregat impulsa, desde que se puso en marcha la Declaración de Emergencia Climática de 2019, una alternativa energética pionera en el Estado que busca la independencia local de las grandes compañías energéticas para ser autosuficientes en un futuro. A través de la empresa pública comunitaria Energia del Prat, la población trabaja desde 2023 para autoproveerse de la energía que ella misma genera.

Aunque es un proyecto que acaba de arrancar, a día de hoy ya se han instalado pérgolas fotovoltaicas en más de 20 edificios, entre los cuales escuelas e iglesias. Las placas alimentan energéticamente a todos los edificios que se encuentran en un radio de dos kilómetros de distancia de las instalaciones. La iniciativa también ha desplegado una red de coches eléctricos con un total de 12 vehículos compartidos.

En el contexto de este plan, la creación de la Comunidad Ciudadana de Energía (CCE) actúa como eje esencial de la apuesta sostenible. El presupuesto municipal para la transición hacia un uso de energías renovables es de 300.000 euros. La financiación de las diferentes actuaciones está repartida a partes iguales entre el consistorio y el capital privado que colabora en la realización de esta iniciativa. Juntos acumulan el 80% de los fondos. El 20% restante los invierte una asociación de usuarios.

Placas Fotovoltaicas en una iglesia del Prat de Llobregat

Placas Fotovoltaicas en una iglesia del Prat de Llobregat con vistas de Barcelona detrás / Cedidas por el Ayuntamiento del Prat de Llobregat

Mataró: la economía circular

Mataró: la economía circular

Por su parte, Mataró se ha propuesto convertirse en referente en economía circular para el año 2030. Con la participación de la administración local, empresas, ciudadanos y centros académicos, la ciudad apuesta por una transformación completa de los modos de consumo y producción.

La estrategia circular se enmarca en la Agenda Urbana 2030, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS). Además, Mataró ya se ha unido a la European Circular Cities Declaration para acelerar este cambio hacia un patrón económico responsable.

La capital del Maresme tiene claros seis ejes prioritarios para su transformación en la dirección de la economía circular: alimentación; textil y moda; bienes de consumo; construcción; sistema sanitario; comercio y hostelería.

Sant Cugat del Vallès: reutilización de aguas grises

Sant Cugat del Vallès: reutilización de aguas grises

En Sant Cugat del Vallès, hace ya dos décadas que se ha adoptado un sistema inusual en España: reutilizar aguas grises para llenar las cisternas de los inodoros en la mayoría de los edificios residenciales. La sequía en Catalunya ha motivado que varios municipios, empezando por Barcelona, incorporen este requisito en nuevas construcciones.

En Sant Cugat, alrededor del 30% de los hogares ahorran entre un 30% y un 35% de agua mediante este sistema. Esta política pionera se remonta a 2002, cuando se aprobó la primera ordenanza local de ahorro de agua, que luego fue actualizada en 2008 y 2018 para ser más restrictiva. Además de la reutilización de aguas grises, el municipio también obliga a instalar depósitos de aguas pluviales para ciertos jardines y sistemas de aprovechamiento de agua de piscinas según su tamaño.

Aunque unas treinta localidades en Catalunya han aprobado ordenanzas similares, sigue siendo una política minoritaria debido a la falta de legislación a nivel autonómico o estatal. De hecho, en la actualidad Barcelona pretende requerir sistemas de aprovechamiento de aguas grises en todas las nuevas promociones y grandes rehabilitaciones. El proceso está en fase de consulta pública y se espera que se apruebe a finales de año.

AMB: la nueva red de electrolineras

AMB: la nueva red de electrolineras

El AMB impulsa como administración supramunicipal una nueva red de electrolineras, es decir, un conjunto de puntos de recarga para coches eléctricos distribuidos a lo largo de los municipios del área metropolitana sin incluir Barcelona ciudad, que cuenta con su propio proyecto. Sant Boi de Llobregat ha sido la ciudad elegida para dar los primeros pasos del proyecto.

Según fuentes del AMB, se trata de "una de las redes metropolitanas públicas de electrolineras de recarga rápida más extensa del sur de Europa". A partir de la experiencia de Sant Boi, el AMB pasará, a finales de 2024, de las diez electrolineras iniciales a una red de 102 puntos de recarga eléctricos, que permitirán dar servicio y cargar simultáneamente 367 vehículos eléctricos. Este plan de mejora sostenible se hará con la colaboración de ayuntamientos de varias ciudades y de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB).

La inversión total para este ambicioso proyecto es de cuatro millones de euros, con dos millones procedentes de subvenciones del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Con esta expansión, se espera que prácticamente todos los municipios de la metrópolis de Barcelona cuenten con electrolineras propias.

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