Publicado el 14-10-2011 - La fuerza de la naturaleza

El azufre volcánico avanza sobre el mar

Los cetáceos huyen de la zona, mientras siguen prohibidas la pesca y la navegación. Los residuos de las erupciones submarinas se acercan a 1,8 km de la costa de El Hierro

La Guardia Civil impide el paso hacia la Restinga, desde donde se observan las manchas en el mar.

La Guardia Civil impide el paso hacia la Restinga, desde donde se observan las manchas en el mar.

ANTONIO Madridejos

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La gran mancha de azufre y otros residuos generados por la actividad volcánica submarina en la isla de El Hierro se extendió ayer por el empuje del viento hasta donde la vista alcanza, mar adentro, pero el núcleo de donde todo parece emerger seguía amenazante a apenas dos kilómetros del pueblo de La Restinga. O incluso menos. La cabeza de la mancha, donde supuestamente se sitúan las fisuras submarinas, parecía desplazarse poco a poco, como subscribieron las decenas de vecinos, curiosos y periodistas que acudieron a observar la zona desde los promontorios más cercanos. El único acceso al pueblo continúa cortado por una valla y la presencia continua de la Guardia Civil. También sigue prohibida la pesca y la navegación.

Pese a todo, las autoridades continúan aparentemente tranquilas por el rumbo que ha tomado la crisis. La Dirección de Emergencias del Gobierno canario reiteró que el tremor, el temblor producido por la lava en movimiento, disminuyó ayer «significativamente». «Esto supone la estabilización del proceso y, por tanto, la disminución del riesgo», según informó en un comunicado.

En el fondo del mar, a una profundidad comprendida entre 500 y 700 metros, se ha formado una especie de larga fractura por la que el magma intenta progresar. «Por ahora, como sucede en este tipo de erupciones, lo que sale son fundamentalmente gases sulfurosos», explica Joan Martí, vulcanólogo del CSIC y uno de los coordinadores de los análisis. El color turquesa o amarillo que se aprecia obedece a una combinación de los gases y de las arcillas que la actividad volcánica está removiendo y llevando a la superficie del mar. Por ahora, la lava con materiales sólidos debe de ser escasa.

FUEGOS ARTIFICIALES «Yo no descartaría fuegos artificiales. Hay que seguir la situación», advierte Marti. El vulcanólogo del CSIC se refiere a la posibilidad de que haya emisión de piroclastos (rocas volcánicas desmenuzadas por el calor y la presión) si la fractura se aproxima un poco más a la costa. Y ello es realmente posible porque el magma busca el lugar más fácil para brotar, y una columna de 500 metros de agua situada encima, como sucede ahora, no lo es. Debe tenerse en cuenta que los fondos marinos de El Hierro son muy abruptos y se alcanza profundidad fácilmente. De hecho, la mancha está muy, muy cerca de la costa: cálculos del Gobierno canario estimaron que la zona de color intenso llegaba ayer a 1,85 kilómetros de La Restinga, 500 metros más cerca que el día anterior.

ZIFIOS EN PELIGRO Un equipo de biólogos de la Universidad de La Laguna se desplazó al lugar para analizar las posibles afectaciones sobre la fauna, especialmente sobre los zifios, una cetáceos que viven permanentemente en la isla y son muy sensibles al ruido. Patricia Arranz, equipada con unos prismáticos, insistía: «No los vemos desde el lunes. Han desaparecido. Creemos que han huido». En cualquier caso, los investigadores descartan graves problemas y recuerdan que los procesos eruptivos son consustanciales a las Canarias.

María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, insiste también en que los peces hallados muertos corresponden a especies que viven a gran profundidad y han estado cerca de las fracturas volcánicas. «Nosotros hemos pasado en barco y no nos hemos muerto, aunque eso no significa que si se agrava la situación pueda ser peligroso». La causa de mortandad no es una intoxicación, sino una anoxia o falta de oxígeno.