El nuevo jefe de Antifrau se propone recuperar la "confianza" de una entidad puesta "en duda"

La credibilidad de la Oficina Antifrau de Catalunya (OAC) quedó tan maltrecha cuando salieron a la luz las polémicas conversaciones entre su exresponsable Daniel de Alfonso y el ministro Jorge Fernández Díaz que su nuevo director tendrá como primer cometido "recuperar la confianza" de una institución puesta "en duda". Miguel Ángel Gimeno, en el examen de aptitud que ha pasado en la comisión de Afers Institucionals antes de la votación del Parlament para designarle en el cargo, prevista para este jueves, ha defendido su "imparcialidad", su dilatado currículum judicial, su especialidad en derecho penal económico y ha subrayado que la entidad que aspira a dirigir debe estar por encima de cualquier debate político "y no puede ser instrumentalizada de ninguna manera". En otro pescozón a su predecesor, ha lamentado que el 'Fernándezgate' también ha dejado "tocada" a judicatura.  

El expresidente del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, que en las próximas semanas deberá 'auditar' la OAC para decidir qué reformas deben llevarse a cabo para mejorar su credibilidad y eficiencia, cuenta con el aval de Junts pel Sí y también con el voto favorable como mínimo del PSC y la CUP, lo que le asegura el plácet de la Cámara. Según él mismo ha explicado, el 'president' Carles Puigdemont le propuso el puesto el jueves de la semana pasada y él pidió unos días para tomar la decisión.

LA OPINIÓN DE LOS GRUPOS

El tono amable y conciliador de Gimeno, muy diferente al que empleó De Alfonso en su última comparecencia en la Cámara, ha sido correspondido de la misma manera por los grupos. El portavoz de Ciutadans, Carlos Carrizosa, le ha explicitado la abstención de su partido y ha aclarado que su voto no sería favorable no por su figura, cuya carrera es "irreprochable", sino por su "nombramiento exprés" que ha impedido que se estudiara si quiera la proposición de ley del partido naranja que pretendía modificar y endurecer los requisitos para la designación de los directores de Antifrau.

Tanto Ferran Pedret (PSC) como Lluís Rabell (Catalunya Sí que es Pot) han valorado en cambio la "celeridad" del nombramiento para atajar la crisis abierta en la OAC y le han preguntado si tiene previsto relevar a la directora adjunta, Maite Masià, y revocar las controvertidas destituciones que ella llevó a cabo. La misma cuestión también la ha puesto sobre la mesa Esperanza García (PPC), quien ha efectuado la intervención más áspera. La diputada popular ha negado que haya habido consenso en la designación de Gimeno y ha afirmado que se enteró por la prensa de su candidatura. Tanto ella como Carrizosa han aprovechado además para recordar que el aspirante, del flanco progresista de la judicatura, ha podido seguir de primera mano como miembro del TSJC el proceso abierto a Artur Mas y otros políticos por la consulta del 9-N.

En la respuesta, Gimeno ha asegurado que en este asunto nunca tuvo ninguna intervención ni influyó en el juez instructor, incluso ha afirmado que tiene menos conocimiento de la instruccción que algunos periodistas. En cuanto a Masià y a los polémicos ceses, ha pedido tiempo para estudiar la situación y ha abogado por "dar una oportunidad" a todo el mundo.

SIN CHEQUES EN BLANCO

Anna Gabriel (CUP) ha reconocido asimismo el "currículum" del candidato a dirigir la OAC, pero ha recordado que de Alfonso también tenía uno magnífico. En todo caso, ha aplaudido la urgencia en el nombramiento, le ha reclamado a Gimeno que comparezca a las pocas semanas de acceder al cargo y le ha avisado que no darán "cheques en blanco" pese a su voto favorable.

"Usted será un gran director de la OAC", le ha piropeado David Bonvehí (JxSí). El diputado convergente también le ha instado a comparecer en los próximos días y ha valorado su "imparcialidad" en cuestiones políticas.