El Gobierno echa mano del 'caso Vidal' para minar el 'procés'

El Gobierno central ha utilizado este miércoles el ‘caso Vidal’ para intentar minar el ‘procés. Durante la sesión de control en el Congreso, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha argumentado que la prueba de su “ilegalidad” es que así lo reconoció Santiago Vidal, quien atribuyó al Govern acciones ilegales para la independencia, tesis desmentida por el propio Ejecutivo catalán, razón que llevó al exjuez a dimitir como senador republicano.

“Sus senadores son más útiles al proceso cuando callan que cuando hablan. Quien ha dicho que es ilegal es el que ustedes llaman padre de la constitución catalana”, ha señalado Santamaría en respuesta a Joan Tardà, de ERC, quien le ha pedido una “negociación” sobre el referéndum independentista.

El diputado republicano también ha reclamado a la número dos del Ejecutivo una desautorización de Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación del PP, quien el martes sostuvo que la Generalitat, al situarse fuera de la legalidad, se comportaba como los sistemas "xenófobos" y "totalitarios". La vicepresidenta ha optado aquí por fijarse en el portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, conocido por la virulencia de sus intervenciones en la Cámara baja. "Tiene usted más fina la piel que la boca. ¿O quiere que todos demos un curso de urbanidad parlamentaria con el señor Rufián?", ha contestado. 

“El Govern dispone de vuestros datos fiscales. No os diré como los hemos conseguido, porque ha sido de manera absolutamente ilegal. Todos estáis fichados. En el nuevo Estado no se escapará nadie. A cambio, os damos la palabra de honor de que sabréis dónde va cada euro”, señaló Vidal en algunas de sus charlas en Catalunya.

"RESPETO A LA CONSTITUCIÓN"

La vicepresidenta se ha basado en estas palabras, recopiladas por ‘El País’, para invalidar todos los esfuerzos separatistas. Sin entrar en la fecha del referéndum, que el Govern sopesa adelantar a mayo como respuesta a la judicialización de este conflicto, Santamaría, en la línea habitual del Ejecutivo central, ha explicado que actuará “respetando la Constitución”. Su intervención ha sido muy contundente y después el propio Mariano Rajoy ha sido preguntado a su salida del hemiciclo si el nivel de "confrontación con Catalunya" hacía imposible el diálogo. "Con Catalunya no, pero con algunos dirigentes políticos", ha contestado el presidente. 

Tardà, por su parte, ha pedido “negociación para una convocatoria acordada, pero ha dejado claro que la “cerrazón del Gobierno de España” no hará flaquear a las fuerzas independentistas. “Todo depende ya de nosotros. Tenemos mayoría, estabilidad parlamentaria y consenso social: el 80% de los ciudadanos catalanes quieren votar. Si ustedes se empeñan en negar las urnas, sepan que de igual manera vamos a convocar el referéndum”, ha dicho el diputado republicano.