ENTREVISTA AL CANDIDATO DE CIUDADANOS A LAS GENERALES

Albert Rivera: "El 27-S dejará una sociedad catalana rota"

ENRIC HERNÀNDEZ / BARCELONA

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Albert Rivera se ha volcado en la campaña del 27-S, pese a haber renunciado a encabezar la lista de Ciutadans para poder presentarse a las generales. Mira con preocupación al 28-S y sostiene que solo una reforma federal de España puede restar fuerza al pujante independentismo catalán.

-Todo esto, incluido Ciutadans, empezó en el 2006 con el Estatut.

-Fuimos una respuesta a la deriva del PSC, que dejó huérfano un espacio electoral al pactar con ERC en vez de construir una alternativa al nacionalismo de Pujol. Y sí, también a la deriva del Estatut, ideado en clave identitaria en lugar de centrarse en la financiación y en las inversiones. Hemos perdido diez años hablando de nación e identidad, para acabar con un debate independentista.

-Con el fracaso del Estatut embarrancó el último intento de lograr un acuerdo entre Catalunya y el conjunto de España por cauces constitucionales, lo que ha espoleado el independentismo.

-Un accidente aéreo suele tener varias causas, y si hemos llegado hasta aquí también es porque han fallado varias cosas, empezando por el Constitucional. El PP ha cometido errores, y los socialistas también, pero no seré equidistante: algunos, con Artur Mas al frente, quieren saltarse la legalidad el 27-S y otros, no. Más que de buscar culpables, ahora se trata de recuperar el 'seny'.

-El independentismo tiene una oferta nítida para su electorado y sitúa en el 'no' a todos los demás. Pero el votante del 'no' democrático no tiene una alternativa clara.

-Ese es el gran reto que no han sabido afrontar el PP y el PSOE, siempre pendientes del apoyo nacionalista para gobernar. Esta lógica de pactos entre partidos se ha acabado; ahora hay que tener un proyecto para gobernar. No para anunciar qué pasará con la independencia, sino para explicar qué haremos si esta no se produce. Mas tapa con la 'estelada' la corrupción y su mala gestión, con 60.000 millones de deuda, el doble de la que heredó del tripartito, listas de espera de ocho meses en la sanidad pública y un fracaso escolar del 30%. En la campaña Ciutadans hablará de estos temas, y también defenderá la necesidad de una reforma de España. Sabemos que ni España es Bankia, ni Catalunya es solo el 3%, pero un proyecto atractivo de España, que funcione, puede devolver el independentismo a los porcentajes de apoyo de hace años, del 20%- 25%. No habrá una España unida y diversa si no la regeneramos. En octubre presentaremos nuestro proyecto de transformación institucional de España.

-¿Ciutadans planteará la reforma constitucional como condición sine qua non para alcanzar acuerdos después de las generales?

-Será difícil porque la reforma necesita dos tercios de las Cortes. Hará falta una generosidad que ahora mismo no vemos en el ambiente político. Con todo, defenderemos una reforma que acabe de cerrar lo que ya es un modelo federal, clarificando competencias para evitar los conflictos, con un Senado territorial como el alemán y suprimiendo las diputaciones.

-Parte del malestar catalán responde a la falta de reconocimiento de su identidad nacional. Yo se lo preguntaré directamente: ¿Catalunya es una nación?

-No. Para mí la nación es un concepto político, no un sentimiento. Respeto a quienes se sienten más catalanes que españoles, pero no hay que confundir los sentimientos con el ordenamiento jurídico. España no es una nación identitaria, sino una nación civil, que comparte unos valores desde la diversidad. Yo no creo en un modelo de nación de naciones, porque los estados que lo han ensayado han dejado de serlo, pero si los socialistas sí lo creen, que lo planteen. El federalismo es unión, y una nación de naciones sería una confederación de estados.

-El 27-S habrá un amplísimo porcentaje de catalanes que votarán a favor de la independencia. Sean o no mayoría, ¿no habrá que adaptar los marcos jurídicos ante ese clamor? 

-La unidad de un Estado europeo no puede depender de coyunturas, como la crisis española. Porque haya gente cabreada hoy la solución no es cambiarlo todo; lo que hay que hacer es cambiar España para que esta gente se reenganche a un proyecto común. Entre romper el país y arreglarlo, nosotros preferimos arreglarlo.

-Tal como está orientada la convocatoria del 27-S, ¿adónde nos lleva?

-A un camino sin salida y de no retorno. Aunque el independentismo lograse ser mayoritario dejaría a la mitad de la sociedad al margen. Nuestra primera tarea, si nos toca gobernar, será rehacer los puentes entre los catalanes y tranquilizar las cosas. La sociedad catalana quedará rota después del 27-S, sean cuales sean las mayorías. No debe haber vencedores y vencidos, sino un Govern para todos que reconstruya Catalunya. El reto es difícil.

-Por eso cuesta entender que usted, el líder del partido, se vaya a Madrid en vez de ser el candidato, sin desmerecer a Inés Arrimadas...

-En Ciutadans creemos que para cambiar Catalunya también hay que cambiar España. Es un reto intentar ser la alternativa a Mas y construir un proyecto común para España. Los sondeos publicados demuestran la consolidación de nuestro proyecto, al margen de los candidatos.

-Las encuestas demuestran que la participación electoral, en particular en la Barcelona metropolitana, condicionará el resultado del 27-S.

-La gran aliada de Mas y de la estrategia en favor de la independencia es la abstención. Si la participación es baja, el independentismo ganará, pero si es alta podemos vencer, como sucede en las generales, que nunca han ganado los nacionalistas. Por eso animo a los ciudadanos a ejercer su derecho al voto. Quien no vote que no se queje el 28 de septiembre. Además, quienes pensamos que Mas debe irse tenemos la oportunidad el 27-S de firmar su carta de dimisión, porque si después de esconderse como número cuatro de su lista no logra la mayoría, no podrá seguir.

-Pero si el independentismo no obtiene la mayoría, enfrente tendrá una alternativa tan heterogénea...

-Tanto como la lista del Sí.

-Quizá, pero van en la misma lista.

-Sí, pero sin programa de gobierno.

-En todo caso, ¿ve posible un frente común de partidos tan diversos?

-Si algo hemos hecho bien ha sido no hacer frentes, ir cada cual con su lista. Luego entrarán en juego las mayorías parlamentarias. Será complicado forjar acuerdos, porque los programas son muy diferentes, pero no habrá más alternativa que sumar. No será el Govern soñado, sino el mejor posible, un gobierno excepcional, con partidos muy heterogéneos que pacten un programa y estabilicen política y económicamente Catalunya. Cualquier solución será mejor que la independencia.