La prueba del 'Black Friday'

La colonización cultural made in USA en España es un fenómeno que hunde sus raíces en tiempos bien lejanos y que ahora se ha acelerado con la imparable globalización del planeta. Hace tiempo que triunfan entre nosotros personajes y celebraciones como Papá Noel o Halloween, que a pesar de su escasa tradición autóctona se han situado en lugar destacado en nuestro calendario festivo. A ellos viene a sumarse desde hace unos años el denominado Black Friday (viernes negro), convertido ya en una de las grandes fiestas del comercio mundial. Hoy, desde las grandes superficies hasta los pequeños negocios ofrecen notables descuentos en el precio de sus productos para incentivar el consumo en lo que puede considerarse como el verdadero pistoletazo de salida, a finales de noviembre, de la campaña comercial navideña.

Pero el viernes negro genera este año expectativas añadidas en medio de un panorama económico que parece teñido de algunos síntomas de mejoría, entre los que destaca un tenue crecimiento del consumo familiar. No hay duda de que para superar los efectos de las severas políticas de austeridad es imprescindible una recuperación del consumo interno que estimule la demanda necesaria para generar ocupación y empezar a adelgazar las listas del paro. Este Black Friday se convierte así en un termómetro para saber si la lenta convalecencia de las economías familiares va por buen camino. Quizá este viernes sea un poco menos negro.