La Mostra sorprende con la coronación de Sokurov

La dura revisión de 'Fausto' del director ruso arrebata el León de Oro a la favorita, 'Shame'

Michael Fassbender, con el premio al mejor actor por 'Shame'.

Michael Fassbender, con el premio al mejor actor por 'Shame'. / ALBERTO PIZZOLI

NANDO SALVÀ / Venecia (enviado especial)

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Lo que sucedió anoche en laMostraes sorprendente porque despista. Por un lado, porque a pesar de estar compuesto en buena medida por artistas de perfil razonablemente comercial, el jurado no tuvo reparos en otorgar elLeón de OroaFausto, del director ruso de cultoAlexander Sokurov, una película de línea dura que no ofrece concesiones al gusto popular. Por otro, porque para el segundo galardón en importancia, elPremio Especial del Jurado, se fueron al extremo opuesto y se decantaron porTerraferma, cine social de pretensiones poéticas pero a la vez confortablemente instalado en el melodrama más facilón. Por último, porque eso significa que ninguno de esos dos galardones fue a parar aShame, deSteve McQueen, sin duda la mejor de las películas que han competido en la 68º edición del certamen.

Muchas quinielas previas al anuncio del palmarés daban por hecho que el jurado iba a premiar aShameaunque solo por afinidades, sin tener en cuenta que, al igual que la película de McQueen,Faustotambién comparte intereses con el cine del presidente del tribunal, Darren Aronofsky: obsesiones enfermizas, mirada aterradora al cuerpo humano.

CAPARAZÓN INEXPUGNABLE /Desde su presentación hace apenas tres días, la película de Sokurov (autor deEl arca rusa) había rendidas alabanzas y contundentes disensiones por igual, y se entiende. Mientras retrata el épico enfrentamiento entre un hombre sediento de dominio, sexual e intelectual, y el mismísimo diablo,Faustose muestra en como una obra apabullante en tamaño y ambiciones y visualmente espectacular, que reta al espectador a que encuentre verdades poéticas y temáticas ocultas tras su inexpugnable caparazón. En todo caso, para quienes carezcan de conocimiento previo de la historia, encontrar un anclaje a su opaca narrativa y a su brutal torrente de claustrofóbica verborrea puede resultar un esfuerzo tan titánico como vano. Cierto es que son películas como esta las que necesitan el apoyo de los premios, pero ese razonamiento también es aplicable aShame.

En cualquier caso, que la película de McQueen ni siquiera se hiciera con el Premio Especial del Jurado se explica también por la merecidísima presencia en el palmarés de su protagonista,Michael Fassbender. Al parecer, la regla no escrita de la Mostra desaconseja a los jurados adjudicar un galardón importante y, a la vez, un premio interpretativo a una misma película. Esa condición, por ejemplo, denegó a Mickey Rourke el premio cuandoEl luchadortriunfó aquí hace tres años. Y lo cierto es que ninguna interpretación masculina hizo sombra a la de Fassbender. Asimismo, había pocas dudas de que la Copa Volpi a la Mejor interpretación femenina iría a parar a Deannie Yip, la veterana protagonista del drama geriátricoA simple life, más que nada porque en toda la competición no ha habido otro papel femenino verdaderamente protagonista.

POTENTE CONCURSO /La competición de la 68ª edición de la Mostra ofreció a lo largo de sus primeros días un nivel artístico extraordinario que en última instancia no pudo mantener, como tampoco pudo mantener la compostura en términos organizativos: en la recta final llegaron los retrasos, las proyecciones canceladas y hasta un sospechoso olor a quemado que obligó a desalojar un cine. Pero, pese a ello y al irregular palmarés, el concurso que ayer se cerró será debería ser recordado como el más potente de los ocho años, dos mandatos completos, en los que Marco Müller ha sido director artístico del certamen. Los incontestables méritos conseguidos en el 2011 deberían servirle para convencer a sus jefes de la conveniencia de renovarle en el cargo una vez más.