La Imelda Marcos de Malasia

La primera dama malasia, Rosmah Mansor, es la viva imagen la ostentación y el despilfarro en un país azotado por la pobreza

Rosmah Mansor, primera dama malasia, junto a su marido, el primer ministro Najib Razak (centro) y el presidente del país, Joko Widodo.

Rosmah Mansor, primera dama malasia, junto a su marido, el primer ministro Najib Razak (centro) y el presidente del país, Joko Widodo. / periodico

ADRIÁN FONCILLAS / PEKÍN

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La UNESCO canceló este mes en el último minuto el galardón a una organización con sobrados méritos. Ocurre que Permata Permataestá fundada por Rosmah Mansor, la primera dama malasiaRosmah Mansorprimera dama malasia que alterna los niños desamparados con las boutiques más rutilantes del mundo. Otro premio a Permata en Turquía quedó eclipsado por las fotografías de los lujosos baños y camarotes del jet privado A-319 que llevó a Mansor a Estambul a cambio de casi un cuarto de millón de dólares.

Mansor epitomiza a la consorte manirrota en un continente con sobrados precedentes. Los zapatos de Imelda Marcos  Imelda Marcossubrayaron durante décadas en Filipinas la infamia tanto como hoy los bolsos en Malasia de la esposa del primer ministroNajib Razak. Mansor posee una de las mayores colecciones del mundo de bolsos Hermes. El de piel de cocodrilo y joyería está valorado en 200.000 dólares. Los delirios de grandeza de una hija de maestros son bien conocidos y ridiculizados por los malasios. Zunar, el más conocido caricaturista político, la representa con su voluminosa melena, un brillante en su anillo y un aparatoso bolso. El artista acumula nueve cargos de sedición que le pueden encerrar durante 43 años en la cárcel.

El diario 'Wall Street Journal' descubrió recientemente que Rosmah había gastado entre el 2008 y el 2015 al menos seis millones de dólares en ropa, zapatos y joyería en establecimientos de Londres o de la Quinta Avenida de Nueva York, por hacer la lista corta. La factura es decididamente inmoral en un país con vastas bolsas de pobreza y probablemente ilegal. No ha tenido un trabajo en años y el salario anual de su marido ronda los 100.000 dólares.

ESCÁNDALO FINANCIERO EN CIERNES

Las explicaciones de la pareja no han calado en sus súbditos. Rosmah ha apuntado a su extraordinaria capacidad de ahorro desde niña y su esposo ha recurrido a la gastada excusa de la herencia familiar. También en Malasia hace aguas. Los cuatro hermanos de Najib han desmentido que su padre les dejara una fortuna.

Parece más factible que todo llegue del mayor escándalo financiero que se recuerda en el país. El fondo 1MDB fue fundado por Najib en 2009 para estimular el crecimiento en Malasia pero cientos de millones de dólares han sido desviados a sus propias cuentas, según varias informaciones periodísticas. La justicia estadounidense está intentado incautarse de mil millones de dólares vinculados al fondo. Con ese capital se compraron propiedades inmobiliarias en EEUU, valiosas piezas de arte y se sufragó parte de la película 'El lobo de Wall Street', lo que ha colocado a Leonardo Dicaprio en una situación delicada.

Con ese perfil es complicado ganarse el cariño del pueblo que la vanidad de los líderes demanda. Sus campañas de relaciones públicas han terminado en rotundos ridículos. Un vídeo en el 2010 la mostraba cantando una empalagosa balada mientras se deslizaba por etéreos jardines y se alternaban fotografías del álbum familiar. Las risas aconsejaron su retirada. Más delirante fue su esfuerzo por solidarizarse con el pueblo por la inflación. Lamentó los 260 euros que le había cobrado un peluquero a domicilio por teñir su icónica melena (el sueldo mínimo es inferior a 200 euros). “Para los que se lo pueden permitir, está bien. ¿Pero qué pasa con las amas de casa como nosotras, que carecen de ingresos?”. Rosmah escuchó abucheos generalizados en abril cuando entregó los premios de la asociación nacional de bádminton y una de sus caricaturas encabezó el mes pasado una manifestación contra la corrupción en Kuala Lumpur.

Muchos opinan que acumula tanto poder o más que su esposo. Rosmah se autoconcedió el título de primera dama y disfruta de su propio departamento en la oficina gubernamental de Najib. Cuando visitó Malasia el primer ministro singapurés, Lee Kuan Yew, se reunió con ambos por separado y explicó que gobiernan el país como un equipo. Y en lo más crudo del escándalo del 1MDB, Rosmah ha exigido fortaleza a su marido. “Mi consejo es que tenga mucha paciencia porque esto es una prueba de Alá”, le dijo según una fuente cercana a la familia.

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