Testimonios personales y la reivindicación de los servicios públicos, entre las cartas más leídas en el 2016

Mucho de lo que ha sucedido este año 2016 está llamado a figurar en los libros de historia. El azote del terrorismo yihadista en Europa, el éxodo de miles de personas huyendo del horror y la incapacidad para darles refugio, el hartazgo y desesperación de buena parte de la sociedad y el apogeo del populismo político son solo algunos de los episodios que han marcado los últimos 12 meses.

Y entre esta trascendencia histórica, las 10 cartas más leídas este año en Entre Todos tratan de temas cotidianos, tan sencillos como imprescindibles. La sanidad, la vejez, la infancia, los estudios o el transporte público son los algunos de los asuntos que más han llamado la atención de los lectores en este año convulso e incierto. Todos ellos testimonios alejados de las grandes portadas internacionales.

1. Esmeralda Márquez, administrativa de Cornellà de Llobregat, escribía en abril ‘Los héroes visten con bata blanca y hacen guardias de 24 horas’. Una merecida oda y carta de agradecimiento a los profesionales de la sanidad pública, un sector que aseguraba “es un derecho que todos tenemos que defender con uñas y dientes”.

2. Ignacio Maristany, padre de familia de Barcelona, reivindicaba en su carta ‘La sociedad cada vez soporta menos a los niños pequeños’ su derecho a poder viajar en tren con sus hijos sin tener que escuchar comentarios ofensivos de otros pasajeros. “Ya sabemos que podemos molestar y no lo podemos remediar. Son niños y ustedes también lo fueron” concluía.

3. Josep Font, de Barcelona, conmovió son su carta "Me llamo Ana, tengo 96 años y he muerto en la más absoluta soledad", en la que describía las últimas horas de vida de la compañera de habitación de su madre. Poniéndose en la piel de la anciana, y escribiendo como si fuese ella, reflexionaba: “Tanto tiempo dedicado a mis hijos, a mi marido, a mis nietos, trabajando para mi país… y nadie me ha cogido de la mano mientras me iba.”

4. En la carta “No podemos ser solidarios con los trabajadores de TMB”, Maria Lourdes Vilanova, jubilada de Barcelona, relataba un incidente que había sufrido su nieta en el metro durante una jornada de huelga de los trabajadores del suburbano. Con este episodio quiso justificar su aversión a sus huelgas: “¿No tendríais otras formas de presión para negociar vuestros derechos?”, se preguntaba.

5. Josep Maria Borrego, funcionario de Barcelona, escribía la carta “Héroes del diluvio de Vilasar” para narrar detalladamente los hechos de los que había sido testigo durante las fuertes lluvias que tuvieron lugar a principios de octubre en Vilassar. “Gracias a dos surfistas -aseguraba- se salvó la vida de dos personas que se estaban ahogando en el mar.”

6. En la carta “El insoportable incivismo de los turistas barceloneses”,  Albert Martínez, profesor y vecino de Alp, en la Cerdanya, denunciaba el comportamiento de los habitantes de la capital que iban de vacaciones a su comarca. “Esta Setmana Santa he vuelto a observar la violación del código de circulación, el incremento de la contaminación y la alteración del descanso”, denunciaba. También recordaba que estas mismas personas incívicas son las primeras en quejarse de los turistas extranjeros que visitan Barcelona.

7. El actor Jordi Martí agitó las redes con la carta “Soy homosexual y no pienso seguir mintiendo”, un emotivo texto en el que relataba su sufrimiento interior durante la adolescencia al sentirse diferente al resto, y como "salir del armario" le cambió la vida. En la carta, animaba a todos los que están en la misma situación a ser valientes y dejar de esconderse, pues “la recompensa es una vida libre, y no hay felicidad sin libertad.”

8. Estíbaliz Cruz, peluquera de Barcelona, compartía en la carta "Se apagó la luz de Aleix, pero el cielo ganó una estrella" el fallecimiento de su hijo, a quien recordaba como “un pequeño alegre que hasta el último instante luchó por vivir”. En el escrito también daba las gracias a todas las personas que habían estado cerca de ellos en esos momentos.

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9. Margarida Costabella, de Barcelona, homenajeaba a los estudiantes en su carta “Compaginar estudios y trabajo debería estar premiado, no penalizado”, en la que también criticaba las injusticias que, según ella, existen en el sistema educativo. “Corremos el riesgo de perder sujetos sociales más que notables, la contribución de los cuales nos faltará sin remedio”, advertía.

10. Alba Rodríguez, trabajadora social y árbitro de fútbol de Sant Feliu de Llobregat, denunciaba en su texto titulado "'Me vas a comer la...', me dicen los padres delante de sus hijos" la violencia verbal y el sexismo que reinan en los campos de fútbol, también en las categorías inferiores; y cómo había sido amenazada e injuriada por los padres de los niños por el simple hecho de ser árbitro y mujer. "¿Ese es el ejemplo que queréis dar a vuestros hijos? ¿Es ese el ejemplo que os dais a vosotros mismos?", se preguntaba.