duelo televisivo frustrado

La Junta Electoral veta el cara a cara tras una jornada de infarto

Alega que se incumplió el requisito de solicitar el debate con cinco días de antelación

Varios técnicos de TV-3 desmontan el plató en el que se iba a celebrar el cara a cara entre José Montilla y Artur Mas tras conocerse la decisión definitiva de la Junta Electoral Central, ayer.

Varios técnicos de TV-3 desmontan el plató en el que se iba a celebrar el cara a cara entre José Montilla y Artur Mas tras conocerse la decisión definitiva de la Junta Electoral Central, ayer.

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID
ALBERT OLLÉS / BARCELONA

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La decisión de la Junta Electoral Central (JEC) de no autorizar el debate entre el candidato del PSC a la Generalitat, José Montilla, y el de CiU, Artur Mas, estuvo ayer envuelta de un ambiente de comedia de enredo, con recursos que no llegan, tiempos muertos para permitir alegaciones y una hora límite para celebrar el cara a cara en TV-3, las 22.30, que se iba acercando sin que los miembros del organismo estatal fallasen nada.

Pasadas las 21.30 horas, menos de 60 minutos antes del inicio del programa, se conoció el no definitivo. Todo, en el fondo, se redujo a una cuestión formal de tiempo: la JEC rechazó el debate porque no se le había comunicado su celebración con los cinco días de antelación obligados. El mismo motivo alegado inicialmente por la Junta Provincial de Barcelona para vetar el duelo a primera hora de la tarde.

CONSULTA NOCTURNA / El origen del lío, sin embargo, se remonta al lunes. Tras la interposición de los recursos de ERC, PPC y Ciutadans, la Junta Provincial preguntó ese mismo día a la JEC si debía autorizar el debate. Pero la consulta llegó demasiado tarde, casi de noche, así que los miembros del órgano estatal no pudieron responder al ente de la capital catalana que la JEC no es un estamento consultivo, que tal como dice la ley es el provincial el que tiene que decidir en primera instancia. Todo esto se lo dijeron ayer por la mañana, e incluso emitieron una nota de prensa -algo insólito viniendo de ese organismo- que rezumaba el tono de un maestro cabreado. «Recordando cuál es la normativa aplicable…», informaba el documento.

Unas horas más tarde, cuando en Barcelona ya se había rechazado el debate, CiU y el PSC habían anunciado que recurrirían la decisión y el asunto estaba, por fin, en la JEC, con sus integrantes sentados en una zona inexpugnable del Congreso de los Diputados, faltó lo más necesario para empezar a deliberar: los recursos de los socialistas y de la federación. A eso de las siete de la tarde, pasada media hora del comienzo de la reunión, llegaron ambos escritos.

NUEVO PARÓN / Todo parecía listo para que hubiese un fallo, pero tampoco. La JEC consideró entonces que se debía escuchar al resto de los implicados, desde TV-3 hasta ERC, PPC y Ciutadans. Nuevo parón de una hora para que esas partes redactaran e hicieran llegar a Madrid sus alegaciones a los recursos del PSC y de CiU, y nuevas y largas deliberaciones de los miembros de la junta.

Tan largas que se acercaron peligrosamente a la hora prevista para el propio debate. Fue casi trepidante. Hubo, como mínimo, más emoción que en la mayor parte de estos días de campaña.