El ayuntamiento asume ahora el error de quitar puntos a ciclistas

Han hecho falta ocho meses para que una voz autorizada del ayuntamiento admitiera que retirar puntos del carnet de conducir a los ciclistas sancionados es un sinsentido. Así lo reconoció ayer el concejal de Movilidad, Francesc Narváez, que, a preguntas de los periodistas, asumió un «error» que justificó en un «fallo informático» en las agendas PDA de los agentes. El hecho de que este aparato no permita diferenciar entre una bici y un coche sería el origen de una polémica cuyo absurdo ha llegado a afectar a ciclistas que han perdido puntos antes incluso de sacarse el permiso de conducir.

En febrero de este año, este diario se hacía eco de una sentencia pionera que echaba por tierra la orden de retirada de puntos a un ciclista. El juez estimaba «absurdo» sancionar de este modo a un vehículo «para el cual no se requiere licencia alguna», argumento que también usó ayer Narváez, que adelantó que el descuido será corregido «a finales de mes». Hasta la fecha, solo si la DGT se daba cuenta de que había bici de por medio no se llegaba a hacer efectiva esta controvertida sanción.

A pesar del reconocimiento del error, sorprende que el ayuntamiento haya rechazado el recurso presentado por una joven ciclista a la que el ayuntamiento multó con 500 euros y seis puntos menos del carnet de conducir por pedalear en dirección contraria, tal y como informó este diario el sábado. La multa se impuso el 24 de noviembre del 2009, lo que podría justificar el despiste. Ya es menos comprensible, visto el mea culpa municipal de ayer, que a otra ciclista se le retiraran seis puntos del carnet hace solo seis días.

1.848 SANCIONES DESDE ENERO / El responsable de Movilidad aprovechó la ocasión para ofrecer algunas cifras relacionadas con el mundo punitivo de la bici urbana. Así, informó de que desde enero se han impuesto 1.848 multas a ciclistas, cifra que sigue la senda del año pasado, cuando se registraron 2.539 sanciones, y que se han puesto otras 1.930 a los vehículos de motor que han violentado de alguna manera el espacio reservado a las bicis.