LA CRISIS GRIEGA

El Eurogrupo se reúne sin confiar en un acuerdo

Pierre Moscovici, este miércoles en Bruselas.

Pierre Moscovici, este miércoles en Bruselas. / REUTERS

SILVIA MARTÍNEZ / BRUSELAS

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La reunión de ministros de Economía Finanzas de la zona euro de este jueves en Luxemburgo parece de nuevo decisiva en la búsqueda de un acuerdo que resuelva de una vez por todas la crisis griega, pero son muchos los políticos que en las últimas horas han rebajado las expectativas. Para empezar el presidente del EurogrupoJeroen Dijsselbloem, que considera «muy baja» la probabilidad de que puedan cerrar un acuerdo. Mientras, la Comisión Europea admite que la cita puede que no sea «conclusiva» pero insiste en que debe ser «útil» porque queda poco tiempo.

«Hay que ser conscientes de que queda poco tiempo, que el 30 de junio expira el programa (de rescate), que ese día hay que hacer un reembolso al FMI, que unos y otros conocen los parámetros técnicos y que hace falta sangre fría y voluntad política», recordó ayer el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici. El socialista francés volvió a insistir en que las últimas propuestas planteadas por los acreedores institucionales, incluido el BCE y el FMI, son «razonables, moderadas y realistas» y que desde que comenzaran las negociaciones en febrero pasado ya han cedido mucho terreno. Para empezar, recordó que ha revisado a la baja el superávit fiscal primario del 3% solicitado inicialmente para el 2015 hasta el 1%, al 2% en el 2016 y al 3% en el 2017. A lo que se suma flexibilidad para que Atenas sustituya una subida del IVA en servicios como la electricidad o el recorte de las pensiones más altas por otras como podría ser una reducción del gasto en defensa.

CONCESIONES "ECONÓMICAMENTE VIABLES"

De ahí que Moscovici insistiera que «la pelota está en el terreno de Grecia». Aunque el ministro Yanis Varoufakis ya ha anunciado que no tiene intención de presentar ninguna contraoferta, el negociador jefe de la delegación griega, Euclides Tsakalotos, apuntó este miércoles desde Atenas que su Gobierno podría hacer concesiones siempre que sean «económicamente viables», no se toquen las pensiones y haya un nuevo compromiso de reestructuración de la deuda helena. Dicho de otro modo, Grecia tiene margen para negociar y quiere aprovechar hasta el último minuto para arrancar lo máximo en una negociación que tiene una fecha en rojo: el 30 de junio, que es cuando expira la actual prórroga del segundo rescate, y con ella los 7.200 millones pendientes de pago, y cuando Grecia deberá pagar al FMI algo más de 1.500 millones.

Este miércoles el gobernador del Banco Central de Grecia, Yanis Stournaras, alertaba de lo que supondrá para el país un fracaso en las negociaciones. «Si no se llega a un acuerdo será el principio de una dolorosa carrera que inicialmente llevaría a un impago y, en última instancia, a la salida del país de la zona euro y muy probablemente de la Unión Europea», alertó en el informe anual de la entidad, en el que apunta a una «crisis incontrolable».