La escala de la tensión

EEUU ayuda a Ucrania y eleva el tono con Rusia

Washington promete ayudas económicas al nuevo Gobierno de Kiev

RICARDO MIR DE FRANCIA
WASHINGTON

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El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, aterrizó ayer en Kiev, la capital ucraniana, con un mensaje y una amenaza para el Kremlin. Su país aspira a frenar la escalada de la crisis por la vía diplomática, pero si Rusia no retira a sus tropas de las calles de Crimea y no permite el acceso a la región de inspectores internacionales, está dispuesto a apretarle las tuercas con sanciones económicas. Las palabras de Kerry fueron acompañadas de un compromiso para apuntalar al nuevo Gobierno ucraniano con 1.000 millones de dólares en garantías de crédito, una ayuda que necesita con urgencia para evitar el colapso financiero.

Tras afrontar inicialmente la crisis con extraordinaria prudencia, la Administración de Obama ha empezado a sacar el músculo que le exigen los republicanos desde la derecha. «Rusia ha estado esforzándose para crear un pretexto que le permitiera profundizar la invasión», dijo Kerry en una rueda de prensa en la que cuestionó los argumentos rusos para justificar la invasión. Kerry acusó al Kremlin de «ocultar su mano a base de falsedades, intimidación y provocaciones» y le advirtió que si no frena la escalada «a nuestros socios no les quedará otra opción» que tomar medidas para aislar a Rusia económicamente y políticamente.

Por el momento, Washington ha suspendido la cooperación militar con Moscú y el diálogo sobre asuntos comerciales y ha frenado los preparativos para asistir a la cumbre del

G-8 en Sochi. La Administración de Obama baraja otras opciones, como la congelación de los activos de algunas figuras del Kremlin, pero es el Congreso el que está proponiendo las medidas más drásticas.

«Debemos adoptar sanciones draconianas sobre altos cargos gubernamentales, sobre los bancos y las empresas públicas y sobre los individuos clave detrás de la intervención», dijo el presidente del comité de Asuntos Exteriores, el republicano Ed Royce. EEUU tiene más margen de maniobra que sus aliados europeos, muchas de cuyas economías están íntimamente interconectadas con la rusa, especialmente en el caso de Alemania. Pero aquí también se teme que las posibles represalias rusas se ceben con la renqueante economía europea.

ASESORES ECONÓMICOS / Mientras la decisión se traslada al Congreso, la Casa Blanca trata de volcarse en su apoyo al nuevo Gobierno proocidental de Arseniy Yatsenyuk. Le ha prometido asesores económicos para ayudarle a estabilizar sus finanzas, además de los 1.000 millones de dólares. Esa cantidad debería servirle para contrarrestar la decisión rusa de cortarle el grifo del gas barato a partir de abril, así como para adaptarse a las condiciones del Fondo Monetario Internacional, que a cambio de 15.000 millones de dólares en préstamos, exige cortes en los subsidios energéticos o el gasto público.

El presidente, Barack Obama, se mostró un poco más conciliador que Kerry al hablar ayer de Ucrania, pero también cuestionó las justificaciones rusas sobre la invasión. Obama dijo que el Kremlin no busca proteger a la minoría rusófona, sino «ejercer influencia a través de la fuerza en el país vecino».