El voto desde el extranjero, el voto que no cuenta

Si alguien aún tiene dudas de si la democracia avanza o retrocede  frente al poder del dinero, basta con que lea las reflexiones del  periódico sobre el voto en el extranjero y las dificultades para que voten los españoles y catalanes que viven fueraespañoles catalanes .

Se me hace inconcebible que podamos enviar y recibir dinero al  instante y con apenas comisiones entre personas a miles de kilómetros  de distancia, y sin embargo ejercer el voto sea algo tan complicado y farragoso.

No nos engañemos, es así por que no hemos puesto voluntad en que sea  de otra manera. Que se vote a distancia de manera segura, barata y confiable es un reto tecnológico y de organización muy asequible. Que  el 93% de los residentes en el extranjero no vote mientras aquí lo  hacen más del 70%.. ¿No da qué pensar?

Aún recuerdo la triste experiencia vivida en las elecciones  sindicales de mi ámbito de trabajo. Papeletas que llegan tarde,  intentos de fraude en el voto por correo, 6 euros por voto el coste de  envío más un sinfín de horas de liberación para contar papeletas y,  realizar actas en las mesas. Estamos de acuerdo en que no es eficiente, ¿verdad?

Pues tampoco importa mucho. Si lo hacemos mejor o peor no sale en  ningún indicador económico ni estadístico. Al fin y al cabo, la  democracia resuelve cómo se toman las decisiones, pero a la vista de  la economía no genera valor productivo, y por tanto, no cuenta. Y tu  voto.... ¿cuenta?