¿Valores o negocios?

Hace ya mucho tiempo que Europa y España se arrastran hipócritamente bajo el miedo de no ofender a sus amigos árabes.

Por un lado declaraciones altisonantes contra los autores de los atentados y por otro silencio cómplice con los que los impulsan ideológicamente y los financian.

"Es la economía estúpido". Antes están los negocios cuyos beneficios muchas veces acabarán en los paraísos fiscales, que los valores sociales. Estamos tratando de amigos a los que, tanto en su país como fuera de él, intentan imponer unos comportamientos retrógrados totalmente contrarios a nuestros valores. Recordemos, entre muchos otros hechos, el reciente viaje del Rey a Arabia Saudita el mes de enero de este año o recordemos la estrecha amistad entre ambas casas reales.

Sabemos cual es el origen de los grupos que siembran el terror tanto aquí como en los países árabes, sabemos quien financia el fanatismo desde hace años y los declaramos amigos, mientras discutimos la eficacia de la policía o si se ha de atrincherar toda una ciudad poniendo bolardos y se acaba culpando de los atentados a los que decidieron no poner un macetero en una esquina. Ya está bien de mezquindad.