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PP-PSOE: una coalición restauradora

El candidato a la reelección, Mariano Rajoy, durante el debate de investidura el jueves 27 de octubre.

El candidato a la reelección, Mariano Rajoy, durante el debate de investidura el jueves 27 de octubre. / JUAN MANUEL PRATS

Jesús Pichel

Es una evidencia que los cuatro consensos constitucionales, la gestión de la Transición misma y el bipartidismo de facto están hoy en cuestión (justa o injustamente, tanto da): la Monarquía se ha visto forzada a renovarse por el deterioro de la institución misma (encarnada en el Rey emérito) y el avance de las reivindicaciones republicanas; el auge de los nacionalismos periféricos ha desembocado en el proceso soberanista en Catalunya, que bien pudiera extenderse a otros territorios. La reforma del artículo 135 de la Constitución, que establece el principio de equilibrio presupuestario y prioriza el pago de la deuda, de hecho rompe con el principio de economía social de aquel consenso. Y la aconfesionalidad siempre fue más presunta que real, al menos en lo que respecta a la religión católica: más que en entredicho, se puso en el limbo de los deseos insatisfechos.

Los casos recurrentes de corrupción que han ido contaminando todas las instituciones, la sensación de impunidad, las continuas concesiones de los sucesivos gobiernos a los poderes económicos, los incumplimientos reiterados de las promesas electorales, los desequilibrios territoriales y las reticencias a la hora de negociar transferencias a las comunidades autónomas, y finalmente, la transformación de la crisis financiera en crisis económica y social, haciendo pagar a los ciudadanos lo que la codicia capitalista provocó.

Todo esto (entre otras cosas) está en el origen de la aparición de nuevos sujetos políticos (soberanistas, movimientos sociales, nuevos partidos...) y del proceso de descomposición del régimen. Y es esa descomposición la que quieren evitar poniendo freno a esos nuevos sujetos y apuntalándolo por medio de la gran coalición PP-PSOE que, por activa o por pasiva, restaure lo que se está cayendo a cachos. Esta es la clave para entender la votación del sábado 29, que dará el gobierno a Rajoy.

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