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"Para cambiar un gobierno malo, antes debemos cambiar como sociedad"

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, en el Congreso.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, en el Congreso. / JUAN MANUEL PRATS

No puedo por menos de acordarme del genio de Isaac Asimov en su trilogía de 'La Fundación'. Para mí, una de las mejores novelas de ciencia ficción que existen. Sí, efectivamente entramos de lleno en el tercer acto de este 'teatro' de la política española. Quizá, en la esencia, no haya tanta diferencia entre 'La segunda Fundación' de Asimov y el nuevo gobierno de Rajoy.

Me explico, han pasado de tener la gloria absoluta y el dominio 'Mundi', a aparecer el 'Mulo' (Independencia de Catalunya), y la futura refundación (nuevo gobierno). No en vano y, desgraciadamente, los principios marcan las tendencias y la mayoría de la gente suele incurrir en el olvido histórico. Es aquello que lo que el recuerdo no puede soportar, la mente lo obvia. 

Es lo que probablemente ocurrirá durante este gobierno, volverán con cánticos de sirenas antiguos, revestidos de nuevos colores que aunque los reconozcamos, los aceptaremos como nuevos y las crisis se apoltronarán y se harán crónicas, pero no pasará de ahí. Puede ser que hayan dimisiones, cambios de gobierno, pero al final será lo que 'la Segunda Fundación' tiene pensado. 

Ellos tienen el poder y, de momento, por más que nos empeñemos en pensar lo contrario, nos llevan ventaja y saben de nuestras debilidades. Pero siempre hay algo que destroza la lógica y al más curtido estadista. Esa variable oculta que la naturaleza nos tiene reservada, la que hace cambiar todas las cosas y, aunque la lógica nos diga que puede estar en Podemos, en Esquerra Republicana o en otro partido político, la verdad es que los tiempos todavía no están maduros. Las propestas y las rebeliones no son síntoma de madurez, sino de hastío o de injusticia. Creo que tendremos que pasar cuatro largos años para entender que para cambiar un gobierno malo y torpe antes debemos de cambiar nosotros como sociedad.

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