Los animales nos ganan en sentimientos

Hoy me levanto, preparo mi café como todos los días y como cada mañana enciendo la televisión para poder ver las noticias del día.

Pero, me da por reflexionar, hay algo que ronda mi cabeza, y creo que no solo la mía, si no la de todos. –Y sí, soy de reflexionar por las mañanas, así con la cara recién lavada, con el pelo sin peinar y con el pijama aún puesto–. He llegado a la conclusión de que el mundo es cruel, o incluso más que cruel es estúpido, y todos sus habitantes somos seres realmente inútiles.

Solo se oyen noticias tristes, desoladoras y devastadoras: atentados, asesinatos, suicidios, crisis, por no hablar de la porquería de política que nos rodea.

Y sí, he dicho que somos inútiles porque es la verdad, sinceramente, no es porque me apetezca insultaros e incluirme en el saco como habitante de este planeta que soy. Es que realmente no entiendo qué es lo que nos lleva, o lo que lleva a una persona a matar a otra, por mucho odio que haya entre medio. Quizás es un afán de protagonismo que ese ser quiere, y hace esa acción para así poder salir en televisión, sin pensar en las consecuencias en que esta robándole la vida a alguien.

No entiendo cómo se puede matar a alguien que sea de tu misma raza, no entiendo cómo una persona mata a otra, ni en la prehistoria se mataban entre ellos, o quizás sí, pero lo hacían por pura necesidad, porque en aquella época no tenían comida al alcance, ni abrigos, por lo tanto había que sacrificar a alguien del grupo, pero ¿hoy en día? Si lo tenemos todo, mejor o peor pero todo.

Los animales son mejores que nosotros. Hay muchos que se matan entre ellos pero lo hacen por instinto y supervivencia. Nosotros no, la raza humana lo hace sin ningún tipo de razón, porque el odio que se levanta en nosotros hacia otra persona, por mucho daño que nos haya hecho, es infundado para llegar a matar. Nada justifica el hecho de quitarle la vida a alguien.

Sinceramente, creo que el rumor que corre de que el ser humano viene del mono es totalmente irrisorio, ya que nos ganan, y con creces, en humildad y sentimientos.