El límite lo pone uno mismo

Los cambios y tendencias en cuanto a moda, destinos turísticos,marketing de productos, industria, tipos de negocios van tan ráido que nos obligan muchas veces a verlos como simples espectadores y usuarios, esa forma de vida también afecta sobremanera el cómo percibimos nuestro entorno. Nos hacen partícipes involuntarios de donde podemos pasar de ser simples espectadores a actores; la manera de enfrentarnos a esta experiencia diaria que es "la vida", la manera de desenvolvernos en ella y cómo solucionar los problemas y contratiempos que se nos presentan es cosa nuestra, íntimamente nuestra.

Hace algunos lustros, se hablaba muchísimo de 'coaching', entorno espiritual, fe, confianza en uno mismo. El 'yes we can' se respiraba y se respira en los campos de fútbol, las charlas motivacionales para ganar un encuentro, en las reuniones de equipos de trabajo, comerciales,  en nuevos proyectos y este "yes we can" se respira ya en nuestra personalidad, es algo que se ha adapatado a nosotros.

En momentos de crisis que hemos pasado,que algunos aún siguen pasando, en momentos de cambios, el ser humano es capaz de los más insospechados logros ante las circunstancias más adversas, en los momentos claves para conseguir sus objetivos, es capaz de lograr por medio de su fé y confianza en sus posibilidades de lograrlo absolutamente todo. Porque si algo existe, porque si algo hemos creado y otros lo pueden hacer, significa que también podemos hacerlo nosotros; el único límite esté en nosotros mismos, en el límite que nos marquemos; no está en el pesimismo, no está en el "no se puede".

Nuestros cinco sentidos nos han contado y nos lo recuerdan día tras día, que el mundo que nos rodea es sólido; lo que creemos que es sólido, simplemente es una vibración a un rango que nuestros sentidos pueden percibir. La verdad es que somos pura energía, y esta energía es ilimitada. Creamos en nosotros, tengamos fé ciega en nuestras cualidades. La creación es un valor que todos possemos.