Limitar los aparcamientos privados no contribuye a usar menos el coche

Un parking situado en una de las partes más transcurridas de la ciudad permanece vacía en Bruselas. / EFE / STEPHANIE LECOCQ

Creo que Ada Colau se equivoca al querer limitar los aparcamientos privados en los edificios de nueva construcción. Aduce que estos estacionamientos fomentan el uso del vehículo. Mi experiencia me dice que ocurre lo contrario. Entre semana, el garaje en el que estaciono mi coche permanece repleto de automóviles y la mayoría no se mueven de allí. Por contra, en la calle, donde el estacionamiento está permitido de 22.00 horas a 7.00 horas, aquellos que permanecen estacionados por la noche, al día siguiente, todos sin excepción -bajo pena de que se lo lleve la grua municipal- se ponen en marcha e inundan la ciudad.

Son muchos los usuarios de una plaza de párking particular o del área verde que prefieren utilizar el transporte público en los días laborables y dejan para el fin de semana el uso del coche. Con toda seguridad, las plazas de aparcamiento en garajes privados contribuyen a un menor uso del vehículo.