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"Le he enseñado a mi perro que en la playa ni se caga, ni se mea"

José Milanés

La gran verdad es que no hay perros incívicos, hay dueños incívicos. Y demasiado pasotismo por parte de todos. ¿Por qué en Francia se permite el acceso de perros a las playas, a todas las playas? Sencillo, al margen de la educación de los dueños, que no quiero decir que sea superior que en España, cualquiera que dejara que su perro actuara como le diera la gana sería objeto de reproches e insultos colectivos. Aquí, probablemente, cada uno pensaría: "que el problema lo resuelva otro". Así de sencillo.

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De todas maneras, el problema, por lo menos este problema, está superado. Hay una playa autorizada para perros. Si a alguien le molesta la idea de compartir con perros la playa, siempre puede a irse a otra, hay muchas. Y en la "playa de los perros" serán los otros propietarios los primeros en reprochar a los incívicos que se comporten mal.

Por cierto, yo no recojo cacas de mi perro en la playa, le he enseñado que ahí, ni se caga ni se mea. ¿Tan difícil es?

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