El debate de la gestación subrogada

Ha habido un pequeño revuelo hace poco en los partidos de uno y otro color a raíz de la propuesta de Ciudadanos de regular en un marco legal la gestación subrogada (popularmente llamada 'vientre de alquiler'). Lejos de considerarme votante del anaranjado partido, debo decir que este tema me resulta de gran interés y debería abrirse el debate si queremos avanzar en materia de libertades sociales. Claramente parece ser un tema que levanta ampollas entre conservadores y progresistas.

Están los que defienden que es la mercantilización del cuerpo de la mujer, ¿pero la mercantilización del cuerpo no está ya en todas partes? Desde las manos y la espalda del jornalero a las piernas de una trabajadora en una fábrica que se pasa diez horas al día de pie. Todo está mercantilizado, hasta el esperma, ¿volvemos a desnormalizar el aparato reproductor femenino dándole un trato diferenciador? ¿No se mercantiliza también con los niños en adopción? Porque en la actualidad el factor principal para poder optar a la adopción es la economía de los solicitantes, no solo para darle buena vida, sino que a veces se exige un desembolso para la entrega del mismo. ¿No es eso acaso una compra-venta encubierta de una vida? ¿Debiéramos entonces prohibir las adopciones? Sin hablar de los casos en que también hay mafias tras esos niños expósitos.

Porque sí, también se habla de mafias tras los úteros que algunas mujeres ponen a disposición de otros pero, ¿no será un marco regulado convenientemente un impedimento y, además, una manera de perseguir tal posibilidad criminal? Si esa posibilidad que existe en otros ámbitos no es un impedimento para la legalización, ¿por qué aquí sí? Sin pasar por alto el tema importante de la libertad que debe tener cada mujer para decidir lo que quiere hacer con su cuerpo en vez de que la ley decida por ella, tal y como pasa con el aborto (y como pasaba con el aborto, solo algunos privilegiados pueden ir a otros países para poder hacerlo legalmente). Cada mujer es libre, y las autoridades deben cerciorarse de que actúa libremente, de hacer lo que desee con su cuerpo, y si algunas mujeres desean altruistamente gestar el bebé de otra mujer (sí, en gran parte de los casos son otras mujeres las que necesitan tal procedimiento) u otro hombre, ¿por qué no va a poder?

Creemos en la buena fe de las personas y, sin embargo, este tema está llevando a contradicciones a unos y otros sin ver que lo importante es que cada individuo tenga la capacidad de decidir por sí mimo y no que haya una ley que tutele y decida por todos. No veo el mal en nadie que quiera poner una parte de sí a disposición de una hermana con problemas de fertilidad, o un amigo, o un anónimo. Debo ser de los pocos que aún cree que no todo el mundo se mueve por dinero.