En Barcelona faltan zonas para pasear a los perros

Estamos en plena campaña informativa para la identificación de los perros. Hasta ahí mi más sincero apoyo, pero el matiz viene cuando ves cómo, dónde y por qué. Cómo: pidiendo documentación. Pedir documentación en el 2017, cuando tienes a tu perro con chip (otra cosa es que los agentes sepan leerlo o lleven la máquina para hacerlo), es como querer sancionar sí o sí. El ayuntamiento tiene la base de datos y los medios para identificar en cualquier momento si el perro está censado y de quién es.

Parece más bien que se aprovecha una campaña para hacer otra intimidatoria por usar los parques en horas en que están desérticos (9 de la noche en invierno). Y esto va en contra de lo hablado en las reuniones con el ayuntamiento. En la del Distrito de Sant Martí se comentó la posibilidad de utilizar estas zonas cuando no hay niños ni gente haciendo uso de ellas (siempre puede pasar alguien andando), sobre todo porque, por poner un ejemplo, desde la calle de Bac de Roda a Sant Adrià, no hay lugares donde llevar a los perros.

Aquí solo me cabe pensar en dos cosas: o bien quieren recaudar o bien molestamos en una ciudad donde el número de animales de compañía es elevadísimo para las escasas instalaciones para ellos que existen (yo creo que una cada 300 metros no es mucho pedir en una ciudad con una pista de petanca cada 100 o un parque infantil cada 50 metros).

Y para terminar, una frase que unos agentes con los que terminé charlando educada y afablemente me dijeron: "En Barcelona no se podría vivir si se aplicasen todas las ordenanzas al pie de la letra". Desde aquí hago un llamamiento a la convivencia y animo al ayuntamiento a elevar a ordenanzas esas promesas que tan bien quedan en sus reuniones con los ciudadanos.