El PP, aventajado alumno en posverdad

Parece que el PP, obnubilado por Trump, se sube al carro de la posverdad, la manipulación de toda la vida. Así, el presidente del Gobierno, tras la carcajada general, reniega de un comunicado de Presidencia del Gobierno y declara que él nunca se ofreció a Trump como interlocutor de medio mundo.

Sobre las vacaciones gratuitas de Soria en Punta Cana y para eludir dar explicaciones, dice que el exministro ya no está en política, y se queda tan ancho, soslayando que cuando sucedió lo condenado por el juez, sí formaba parte del Gobierno. También sostiene, junto a Catalá, Hernando y otros, que Pedro Antonio Sánchez lleva 17 denuncias penales —solo han sido 3— y 16 han sido archivadas —solo una—. Asimismo, el coordinador general del PP, Maíllo, afirma que Sánchez no está imputado por corrupción. Al tiempo, Noelia Arroyo, portavoz del Gobierno murciano, reinterpreta que cuando Sánchez aseguró que dimitiría si era imputado, se refería a la apertura del juicio oral.

Lo dijo Aristóteles: “El premio del mentiroso es no ser creído incluso cuando dice la verdad”.