Tampoco los verdes

No, los ojos azules en realidad no existen

Queratopigmentación: cómo es y cuánto cuesta la operación de moda para tener ojos azules

Las personas con ojos azules tienen más riesgo de ser alcohólicas

Glaucoma: como prevenir la silenciosa enfermedad de los ojos que afecta a los mayores de 40

Glaucoma: como prevenir la silenciosa enfermedad de los ojos que afecta a los mayores de 40 / Freepik

El Periódico

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Para la mayoría de españoles, tener los ojos azules es un rasgo poco común y percibido como una lotería destinada a aquellos más afortunados. La genética hace su trabajo (si alguno de los progenitores tiene ese color de ojos, el hijo tiene un 50% de posibilidades de tenerlo), pero en nuestra anatomía prevalece el color de ojos marrón, así como el cabello negro o castaño. Es por eso que las personas de ojos verdes o azules son consideraras los "otros". Pero en realidad, todos somos iguales porque el color de ojos azul o verde no existe.

Por este motivo no existen

Los ojos azules y verdes no existen porque los ojos no contienen ningún pigmento de ese color. Para entender eso hay que saber que el color de los ojos viene determinado por la cantidad de melanina que hay en el iris, la parte coloreada del ojo. Por esa razón, cuanto más melanina haya en el iris, más oscuro será el color de los ojos.

Lo que ocurre con los ojos claros, en especial los azules, es que tienen poca o ninguna melanina en el iris. Esto significa que la luz no se absorbe por la melanina, sino que se dispersa en todas direcciones. En este proceso, la luz azul se dispersa más que la luz de otros colores y, por ese motivo, es la que más se percibe.

¿Por qué hay ojos de diferentes tonalidades?

En verano, muchas personas con el color de ojos marrón claro o café presumen de que sus ojos cambian de tonalidad y se vuelven más claros. Esto es verdad porque el pigmento café claro interactúa con la luz azul, lo que puede provocar que el ojo sea vea verde o con un tono marrón tirando a verdoso. Además, la melanina no se distribuye de manera uniforme en todo el iris, así que es lógico que haya zonas más verdes, más marrones y más azules en un mismo ojo.